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Junio del 2010
BRASERO DE FUEGO ENTRE LEÑA
Zacarías 12
Vamos a orar para que nuestro espíritu y nuestro corazón estén exclusivamente centrados en el Señor. Amén.
Querido Padre, querido Señor, Tú dijiste que donde estamos dos o tres reunidos en Tu Nombre, allí estás Tú mismo. Necedad nuestra sería no aprovechar Tu presencia prometida, y centrarnos en cualquiera otra cosa, o en cualquier otra persona diferente a Ti. Señor, límpianos con Tu preciosa sangre; te hemos pedido, y te seguimos pidiendo perdón por todos nuestros pecados; creemos en Tu fidelidad, creemos en Tu bondad, Señor; te rogamos que puedas pasar por encima de nosotros mismos, que puedas pasar por encima de cualquier mala disposición de nuestra parte, que Tú puedas, Señor, compadecerte de nosotros, y atraernos a Ti; que podamos, Señor, en nuestros espíritus, estar delante de Ti; que no estemos solo en nosotros mismos, que no estemos solo en nuestro hombre natural, puesto que Tú nos pusiste en el Señor Jesús, Tú nos crucificaste con El, y fuimos sepultados juntamente con El para muerte por el bautismo, Señor; y ahora también nos has resucitado, Padre, juntamente con El, y nos has sentado también juntamente con El en los lugares celestiales en Cristo. Así que no solamente estamos reunidos, Señor, aquí en Barbosa, sino que también estamos reunidos en Tu santa presencia y en lugares celestiales. Ayúdanos a estar delante de Ti con reverencia, con fe, y con atención; y líbranos de la obra del enemigo, y líbranos de nosotros mismos, de nuestro propio mal; y gracias, Señor, por habernos librado y habernos trasladado de la potestad de las tinieblas al reino de Tu Amado Hijo Jesucristo. Señor Jesús, reina sobre nosotros con tu Santo Espíritu, y ayúdanos a vivir por Tu gracia, delante de Ti, y para Ti, en el precioso nombre del Señor Jesús; amén.
Hermanos, estos días son días especiales, son días que el Señor escogió para que nosotros los viviéramos; no me refiero a los días en que vamos a estar aquí reunidos; o sea, hoy, o este fin de semana, si Dios lo quiere; sino estos días de nuestra generación, y especialmente estos días en que nos toca a nosotros, por una parte, ser testigos de las cosas que están sucediendo; y por otra parte, no solamente testigos, sino también de alguna u otra manera participantes. Estos son tiempos previstos en las Sagradas Escrituras; y ya desde su época, el Señor Jesús reprendía a los religiosos de todas las épocas diciendo que nosotros a veces sabemos mirar al cielo, ver los arreboles y saber si en estos días va a hacer calor, o si va a llover; y dice: ¿cómo no podéis también discernir las señales de los tiempos? Entonces el Señor Jesús usó esa expresión; esa es una expresión que viene de la boca del Señor Jesús: las señales de los tiempos.
No sé si en estos días nos vamos a estar concentrando un poquito en algunas de esas señales de los tiempos. Necesitamos estar muñidos de la munición de la palabra del Señor; a esa munición me refiero: muñidos de la palabra del Señor, para que a través del instrumento de la palabra del Señor, nosotros podamos interpretar los tiempos con sus señales, las señales de los tiempos en los cuales Dios predestinó que nosotros viviéramos. Nosotros hubiéramos podido haber nacido en la generación antediluviana, pero Dios envió a otras personas a esas épocas. Tampoco, doy gracias a Dios, nos tocó vivir en los tiempos patriarcales, en los que eran muy pocas las personas que conocían a Dios; la mayoría estaban en idolatría, en oscuridad, y el Señor comenzó un trabajo con los patriarcas, con Abraham, con Isaac, con Jacob, con los hijos de Israel, o después, en la época de Moisés, cruzando el mar rojo, cruzando el desierto de Sinaí, entrando en Canaán, o la época de los jueces, o la época de los reyes y los profetas; ni siquiera la época llamada del cumplimiento del tiempo, en la primera venida del Señor Jesucristo.
Los apóstoles preguntaban pensando si sería en el tiempo de ellos que Dios restauraría a Israel el reino; y el Señor les dijo que no les tocaba a ellos, y tampoco a nosotros, saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad; o sea, el momento exacto, el día y la hora de la segunda venida del Señor Jesucristo y el establecimiento del reino mesiánico terrenal de Israel; es algo que no corresponde a nosotros saber; aunque sí, cuando está cerca; no el momento, no el día ni la hora, pero sí cuando está cerca.
Para la primera venida del Señor había fechas exactas, porque había profecías, como la de las llamadas "setenta semanas"; shabúas es la palabra en el hebreo que significa sietes, semanas, y puede ser semanas de años o septenarios; y vemos como allí en Daniel, especialmente en el capítulo 9, se nos describen desde la partida de la orden para restaurar a Jerusalén en el año 20 del rey Artajerjes de Persia; se empiezan a contar esas primeras semanas que están divididas en dos periodos: un período de siete septenarios para levantar el templo, que fue en aquellos días, y luego otro período de sesenta y dos septenarios hasta el Mesías príncipe; o sea: siete más sesenta y dos son sesenta y nueve de las setenta semanas de años o septenarios; y el Señor Jesús entró en Jerusalén en el día de la visitación, manso y humilde en un burrito, justamente el día exacto en que se cumplían esas sesenta y nueve semanas de años, o sea cuatrocientos ochenta y tres años a partir de Artajerjes, que dio la orden de restaurar a Jerusalén; desde esa época, al día exacto en que se cumplían esos cuatrocientos ochenta y tres años, son sesenta y nueve septenarios o semanas de años; ese fue el día en que el Señor Jesús, profetizado por Zacarías, entró en un burrito a Jerusalén. Antes de llegar, El lloró sobre la ciudad, porque no había conocido el día de su visitación.
La primera venida del Señor estaba señalada con cronología exacta; porque decía la Escritura: tanto hasta el Mesías príncipe; y justo en ese día el Señor Jesús llegó, entró en un burrito, lo crucificaron, como también dice: se quitará la vida al Mesías, mas no por sí, porque El había de morir por nuestros pecados; era necesario que el Cristo padeciese por los pecados del pueblo, tanto de Israel como de nosotros los gentiles. Entonces el Señor Jesús murió.
Y entonces en el versículo 26 de Daniel 9 aparece un paréntesis dentro de esa lista de las setenta semanas de años, para que en ese paréntesis se desarrollara toda la historia de aquel príncipe que había de venir y que introduciría guerras y abominaciones hasta el final; ese príncipe, que destruyó la ciudad y el santuario, fue el imperio romano. Roma se tomó Jerusalén, destruyó el templo, lo quemó como había dicho el Señor Jesús, que hasta piedra sobre piedra empezaron a sacar, porque en el incendio vieron que se derretía el oro, y se dieron cuenta que había oro; y entonces de entre las piedras inclusive comenzaron a sacar el oro; eso nos lo cuenta Josefo, que fue un testigo ocular de aquellos tiempos. El escribió varias obras; entre ellas, una llamada "La guerra de los judíos", donde se cuenta cómo Jerusalén fue tomada por Tito y los ejércitos romanos; y Vespasiano, que era el que llegó a ser emperador, y que estaba al frente de la toma de Jerusalén, dejó a Tito; y Josefo le profetizó a Vespasiano que él sería el próximo César; y justamente Vespasiano llegó a ser hecho César de Roma; y por eso Vespasiano, cuando vió que Josefo había profetizado su elevamiento al trono del imperio romano, entonces le guardó la vida, lo llevó a Roma, le permitió estar en los palacios y en los jardines y fincas del emperador, y allí Josefo escribió "Las antigüedades de los judíos" y "La guerra de los judíos" en la que él mismo participó, de lo que él mismo fue testigo; y hoy, cuando leemos esos libros, podemos ver el cumplimiento exacto de las profecías del profeta Daniel acerca del Señor Jesús y su primera venida. Josefo habló de Jesús, habló de Juan Bautista, habló de Jacobo el hermano de Jesús, en el libro de las "Antigüedades de los judíos"; y escribió acerca de la toma de Jerusalén, y cómo habían sido expulsados a todas las naciones, etc. Las profecías, hermanos, siempre se han cumplido literalmente; cuando Dios dice algo, las cosas acontecen según las mismas palabras. No es necesario alegorizar, ni tratar de sacar las cosas por otro lado; las profecías del Señor siempre se han cumplido de manera literal; incluso los tiempos, el día en que El llegó a Jerusalén en un burrito, que El llamó "el día de tu visitación", conforme estaba previsto, hasta el Mesías príncipe; abarca cuatrocientos ochenta y tres años; y ellos estaban ciegos, no conocieron el día de su visitación.
Ahora, acerca de la segunda venida, ya no hay tiempos exactos. Ya, por el contrario, El dijo: nadie sabe el día ni la hora; ni siquiera el propio Hijo, porque El, en su kenosis, en su humillación, en su despojamiento, se mantuvo como hombre, dependiendo absolutamente del Padre; y en el momento en que habló, El mismo había renunciado a estar en la condición de Dios, para estar en la condición de hombre; y dijo que ni los ángeles ni el Hijo saben; eso lo dejó solo con el Padre, porque El se despojó y se sometió.
Pero aunque El dijo que el día ni la hora nadie sabía sino el Padre, El sí habló que existían señales de los tiempos; y El dejó señales de las cosas que estarían aconteciendo cuando su venida, y el fin de este siglo, estuvieran cerca. El dio señales que mis hermanos recuerdan muy bien, acerca, por ejemplo, de terremotos; y cada vez son más numerosos y cada vez son más fuertes; habló señales de pestes y de enfermedades que también cada vez aparecen nuevas. Yo recuerdo que, cuando yo era niño, nunca había oído hablar del sida; nunca se escuchaba del sida, nunca se escuchaba del ébola, y otras pestes nuevas que han aparecido; pero cada vez van apareciendo nuevas enfermedades a pesar de que la ciencia aumenta; que la ciencia aumentaría también estaba previsto en el profeta Daniel; y nuestros ojos han visto el cumplimiento de todas esas profecías.
Y hay también profecías acerca de otras cosas; pero unas de las profecías de más interés, más notorias, las cuales han sido llamadas "el calendario de Dios", son las que acontecen en relación con Israel. Hoy en día estamos nada menos que viendo todos los días noticias de lo que acontece en Israel, porque Dios habló de que ellos serían esparcidos a los cuatro vientos por todas las naciones, y que serían perseguidos, y que al final de los tiempos Dios los traería de nuevo a su tierra; y ellos duraron más de mil novecientos años esparcidos; pero conforme a la profecía, y hoy vamos a iniciar algunas lecturas, Israel comenzó a regresar de nuevo, después de unas persecuciones terribles; la última de ellas, así notoria, porque ellos siempre han sido odiados, como estaba también profetizado, es la de los nazis, de Hitler, la que muchos están queriendo negar hoy: los antisemitas, y especialmente este presidente Mahmud Amadinejad de Irán; están queriendo negar el holocausto; pero hay muchas personas que sobrevivieron y son testigos; incluso el mismo Adolfo Eichman, que fue destinado a la cámara de gas, él mismo confesó que había sido lo peor que se había cometido; él mismo lo confesó; él mismo, que fue a la cámara de gas por causa de eso, él no negó el holocausto, él confesó el holocausto, siendo uno de esos autores y ejecutores. Entonces ¿quién iba a pensar que se negaría el holocausto, después de esa terrible matanza? hasta de niños, de viejitas, ancianitas, y todo eso solamente por el simple hecho de ser judíos, a través de prejuicios que Satanás sabe como sembrar, y que los pueblos no saben distinguir, y son llevados por hordas de demonios a hacer cosas locas.
Dios, a partir de eso, hizo que ellos quisieran volver a su tierra. Y hermanos, la historia de los judíos es demasiado clara; cuando tú lees las bendiciones y las maldiciones en el libro del Deuteronomio, que están en sus capítulos finales, desde el 28 en adelante, ustedes ven cómo realmente, si ellos eran fieles al Señor, les vendrían bendiciones; y si ellos le eran infieles al Señor, les vendrían maldiciones; y ustedes vieron cuando El describe esas maldiciones o castigos, cómo realmente se cumplieron; y empezaban de a poco. Si aun con esto que les viene, ustedes así no se vuelven al Señor, les vendrá esto otro; y si aun así no se convirtieren, entonces les sucederá otra cosa más grave aún; y dice que hasta llegarían a comerse sus propios hijos; y eso sucedió en el año setenta, cuando Jerusalén fue cercada, y Josefo era uno de los líderes de la revuelta contra los romanos que después recapacitó, y dijo que era mejor aceptar el juicio de Dios y someterse a los romanos, que no terminar todos muertos; él mismo cuenta que escuchó a una madre diciéndole a otra: -hoy nos comemos nuestro niño, mañana nos comemos el tuyo-, tal como lo profetizaba Deuteronomio; y Deuteronomio profetizó cosas terribles que se han cumplido todas ellas de manera literal.
Pero así como Dios profetizó, a través de los distintos profetas, de los castigos que vendrían sobre Israel, su diáspora o dispersión por toda la tierra, y las cosas que les acontecerían, y no solo a Israel, sino también la serie de las naciones, de los imperios mundiales, y todo esto se ha cumplido literalmente, acaso cuando Dios da vuelta a la esquina y decide que termine la dispersión, y comience la aliyá o el retorno, y ya comenzó, ¿acaso no va a cumplir también de manera literal lo que profetizó? Porque El no profetizó la destrucción de Israel sino el castigo temporal de Israel, por un endurecimiento parcial de Israel, mientras entraba de entre los gentiles a la salvación un pueblo para su Nombre. Pero luego El se volvería a Israel; y así como había velado para perseguirlos y corregirlos, velaría de nuevo con misericordia para traerlos de vuelta a su tierra y comenzar a restaurarlos, aunque tendrían que pasar tiempos de angustia, especialmente en su lucha con los vecinos.
Pero ahora a nosotros nos tocó vivir, no en la época de la dispersión, sino en la época del retorno, en la época de la restauración, del restablecimiento de Israel; y entonces nosotros hoy debemos ser entendidos de las señales de los tiempos, y comprender cuáles son las profecías que, con lo que ahora está sucediendo, se están cumpliendo; y qué está previsto para cumplirse de aquí a poco, y cuál es nuestro lugar ahora en este tiempo dentro de ese drama universal.
Entonces, hermanos, hay muchas profecías; pero yo quisiera que ustedes me ayuden a seguir algunas; y vamos a comenzar en el libro del profeta Zacarías. Vamos allí al capítulo 12 de Zacarías, donde aparecen unas profecías tan claras, que tienen que ver con lo que está aconteciendo ahora. Entonces yo pienso que estos van a ser días de intensas lecturas, ojalá no apresuradas, ojalá no pasando por encima, para que no nos acontezca como le acontece a los patos, que el agua se les desliza por las plumas pero no los toca adentro en su piel; que así no vaya a suceder con nosotros, sino que la palabra del Señor nos pueda tocar, que la palabra del Señor nos abra los ojos, nos haga entender en qué tiempos estamos, para que nosotros podamos tener los elementos de juicio que provienen de la palabra de Dios. Porque si solamente vamos a tener los elementos de juicio que vienen de la prensa, y si la prensa está interesada en presentar ciertas cosas sesgadas, y en callar otras, entonces nosotros no vamos a tener una visión clara acerca de lo que acontece, si no somos muñidos con la palabra de Dios. Necesitamos que la palabra de Dios sea el instrumento que nos ayude a interpretar los tiempos, a comprender lo que está aconteciendo; que nuestro paradigma, por medio del cual juzgamos los acontecimientos actuales, provenga del Espíritu Santo, de la mente de Cristo, y que no seamos conducidos como borregos por la media o medios de comunicación internacional.
Entonces, hermanos, vamos a empezar a considerar esta noche Zacarías capítulo 12. Son profecías para los tiempos finales; y sería bueno ir leyéndolas con calma. Yo no pretendo poder decir todas las cosas al respecto de esto; solamente vamos a ir siguiendo algunas lecturas, comentadas hasta donde podamos masticarlas, según el Señor nos vaya dando el tiempo que El nos conceda; pero yo sé que todos mis hermanos tienen el Espíritu Santo; y algunas cosas que quizá ni se mencionen acá, al leerlas, puede ser que el Espíritu Santo, de manera especial a alguno de ustedes, o al otro aquí, o al otro allá, a la hermana aquí, al hermano allá, le llame la atención cierta frase, algo en lo que no se había fijado; por eso yo no pretendo monopolizar las cosas; solamente estoy como monitor aquí, pero realmente el que preside es el Espíritu Santo, y El puede hablar con cada uno personalmente, y después entre nosotros podemos conversar. Yo no tengo la última palabra, pero la palabra de Dios, esa sí es la última palabra.
Entonces comienzo a leer Zacarías 1:1:
“Profecía de la palabra de Yahvé acerca de Israel. Yahvé, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ¡qué credenciales!, no es cualquiera el que va a hablar acá; el que extiende los cielos, ¡ay Señor! Si apenas estamos tratando, procurando, llegar con telescopios, y en estos días he visto unas fotografías de lo último que se ha podido ver de las galaxias, preciosas fotos; lo más lejano a lo que se ha podido llegar; hay unos hermanos aquí que conocemos a la hermana Elsa del Paraguay, que estuvo en el campamento pasado; ella una vez estaba orando, y el Señor, sin que ella se lo pidiera, porque ella no estaba ni siquiera interesada en la astronomía, pero el Señor la tomó, y la sacó al espacio, y le dijo dos cosas: -Ustedes conocen estos 9 planetas de su sistema solar, pero todavía no han visto estos otros-; y le mostró otros. Recién ahora se descubrió uno más. Y le dijo: -hasta aquí ustedes, a través de sus telescopios, han podido ver en el universo; pero todavía no han podido ver todo esto otro- Y le mostró a ella otra vastedad, más allá de lo que los telescopios humanos han podido descubrir. Y la palabra de Dios nos dice en Hebreos, y citado del Antiguo Testamento, que todo este inmenso universo es apenas como una vestidura que el Señor va a enrollar y se va a cambiar. El universo no es Dios, es apenas un vestido que Dios se pone. ¡Qué vastedad!, Dios lo ha hecho inmensísimo, que a veces se pueden ver varias estrellas como si fueran puntitos, y luego ir más allá, y descubrir que esos puntitos no eran estrellas sino galaxias, y galaxias más grandes que la nuestra, que están formadas de millones de soles como el nuestro, que son estrellas comunes y corrientes, medianas, tipo promedio. Nuestro sol es apenas una estrella de tipo promedio de nuestra galaxia, el cual está más o menos a dos tercios del centro, en uno de los brazos espirales de la Vía Láctea, nuestra galaxia; y eso es inmensísimo; sin embargo dice el Señor que es apenas una vestidura que El se va a mudar, porque habrá cielo nuevo y tierra nueva.
Una vez vi una fotografía que me dejó asombrado; ustedes seguramente ya han tenido esa experiencia; si están en un cuarto oscuro, y está todo cerrado el cuarto, pero hay un agujerito por donde puede entrar la luz del sol, y entra ese rayo de luz, en el rayo de luz se ven como unas motitas de polvo. Vi una fotografía del planeta Tierra, tomada por uno de esos aparatos que estaba saliendo del sistema solar; se veía de esa misma manera, como si la Tierra fuera una de esas motitas de polvo en medio de millones de motitas de polvo. Y decía: este puntito aquí, esa es la Tierra. Yo me quedé asombrado; esa es la Tierra, una motita de polvo en medio del universo. Esos rayos preciosos de luz del sol allí, y de luces estelares, y había entre esa luz esas motitas; y una de ellas, chiquitita, esa es la Tierra. Con razón dice el Señor que todas las naciones son como nada, como menudo polvo en la balanza, que no inclinan la balanza ni para arriba ni para abajo; no significa nada; nadie se preocupa de quitar ese polvo cuando va a pesar en la balanza. Y eso es lo que es el hombre frente a la grandeza de Dios, por una parte.
Pero la grandeza divina se hace todavía más admirable, cuando se relaciona con el hombre tan especialmente el Dios tan grande, que solo su vestidura, uno de sus vestidos, que no tiene nada que ver con El, en el sentido de que no es parte de El, que es solo una creación, como una ropa vieja que El va a enrollar, y se va a cambiar; qué grande es Dios, que sabe lo que está pasando con cada persona en esa motita de polvo que flota en el universo, y que se llama la Tierra. El Dios grande se puede hacer pequeño, y le gusta hacerse pequeño, y le gusta estar con los pequeños y con los humildes.
Entonces, cuando dice acá: Yahvé, que extiende los cielos, es el Altísimo el que va a hablar; no es palabra de hombre la que vamos a leer acá; no es de cualquiera.
Y luego dice que funda la tierra; porque en medio de todo eso que podría parecer el caos, sin embargo Dios colocó esa motita en el punto donde el beneficio del universo se concentra, donde las distancias, las fuerzas gravitacionales, la ecuación macrocósmica, todo, sirve a la posición de la Tierra, para que aquí, y no en otro lugar, se dé la vida humana, la vida botánica incluso. Si eso hubiera sido una "explosión", sería como si hubiera explotado una gráfica, y hubiera resultado de la explosión la enciclopedia británica; una cosa tan ordenada, tan maravillosa, que en esa motita de polvo, en medio de otras, ahí estamos a la distancia exacta del otro pedacito de aquí, y del otro pedacito de allá; y estamos a la distancia exacta del sol para no quemarnos, y para no congelarnos, sino para que puedan haber las cuatro estaciones, haber atmósfera, haber vida. Una pequeñísima variación en la ecuación macrocósmica, y no podría haber vida. Dios está tan pendiente de aquella motita de polvo, que está en el punto exacto donde haya la temperatura exacta para nosotros, con una luna que influye en las mareas para que no haya maremoto por la mañana ni maremoto por la tarde, sino que lleguen las olas a la medida de los seres humanos para tomar baño en la playa. Llega el mar justo para que nosotros nos bañemos ahí; pero si la luna no estuviera donde está, no serían olitas para disfrutar al ir a pasar vacaciones, sino que sería maremoto a mañana y maremoto a la tarde, tsunamis todo el tiempo; o no habría continentes; o sea que toda la ecuación macrocósmica, que son cantidades de factores, concentran el beneficio en esta motita de polvo de nada, que es el planeta Tierra, frente a la inmensidad; pero Dios dice que así como extiende los cielos, El funda la Tierra; y la Tierra está aquí gracias a que los otros están ahí.
¿Cómo fue que descubrieron a Neptuno? Analizando a Urano. Ellos veían que la órbita del planeta Urano tenía una cierta irregularidad que ellos no se explicaban; entonces algunos empezaron a decir: bueno, pero esta órbita de Urano solo se explica si hay otro planeta escondido que ejerce una cierta medida de gravedad, que hace que la órbita de éste otro tome esa forma; y efectivamente empezaron a hacer los cálculos y descubrieron en el punto exacto al planeta Neptuno, que era el responsable de una determinada forma de la órbita de Urano, otro planeta. O sea que si nosotros estamos acá, Marte tiene que estar ahí, la luna ahí, Júpiter ahí, y el sol tiene que estar en la posición en la galaxia; y así como algunos dicen que nosotros giramos alrededor del sol, el sol gira alrededor de la estrella Vega; y otros que de las Pléyades; o de otra estrella; y eso que está solo a dos tercios del centro galáctico, en uno de los brazos espirales de la galaxia Vía Láctea. ¡Imagínese, hermano!
El Dios que controla todas las cosas, también forma el espíritu del hombre dentro del hombre; el Dios que forma nuestro espíritu, El es el que va a hablar. No es cualquiera; y ustedes se van a dar cuenta de cómo nuestros ojos, a lo mejor leyendo el periódico, o viendo la televisión, han visto cumplirse lo que vamos a leer acá, que fue escrito inclusive antes de Cristo; porque Zacarías, este profeta, vivió antes de Cristo, varios no solo años, sino algunos siglos antes de Cristo; pero se ha referido al tiempo del fin; y ahora nosotros somos los testigos del cumplimiento de estas cosas; y estas profecías no están en el aire, no están en el vacío, sino que están en un contexto; y si vemos ya cumpliéndose la parte actual que nuestros ojos ven, nuestros oídos oyen, nuestras manos tocan, la siguiente parte está a la vera del camino, aquí a la vuelta de la esquina, porque la profecía tiene un orden.
Entonces, hermanos, miren lo que dice Dios: "He aquí Yo, ¿quién? el que extiende los cielos, el Altísimo, el que funda la Tierra, y forma nuestro espíritu dentro de nosotros, Yo, dice Dios, Yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén.
Hermanos, Dios sabe cómo demostrarse ante las naciones. Acuérdense de lo que Dios le dijo a Faraón, que Faraón se endureció porque Dios permitió que se endureciera por su pecado, y Dios lo permitió, y le explicó por qué; dice: para esto mismo Yo te he levantado, para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea anunciado en todas las naciones. Un pueblo totalmente encerrado por las circunstancias, allá el mar, aquí el desierto, y el ejército de faraón encima de él, rodeándolo por todos lados; y el Señor abre camino en el mar, y atraviesan el mar; y los egipcios siguen detrás, y son sepultados en el mar; y el pueblo de Israel sale ileso al otro lado. Y todas las naciones empezaron a conocer el nombre del Señor, porque dice que ellos fueron endurecidos, el corazón de faraón fue endurecido, para que el poder de Dios fuese manifestado. Pero hay profecías en el libro de Deuteronomio que dicen que así como el Señor hizo maravillas cuando sacó a Israel de Egipto, ahora cuando Dios retorne otra vez a Israel a su tierra, haría de nuevo maravillas. Si en aquel tiempo el río Nilo se convirtió en sangre, ahora no solo el río Nilo, sino muchos otros ríos y lagunas y mares se convertirán en sangre; si hubo unas pequeñas plaguitas en el tiempo de Egipto, habrá por toda la tierra plagas; y es ahora en estos tiempos que Dios mostrará su poder.
Dice: "Yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor"; porque el problema es contra Jerusalén, porque se quieren quedar con Jerusalén, la capital del Mesías, la sede del reino de Dios, del Hijo de Dios; y ellos, los pueblos alrededor, y las naciones unidas, y otros pueblos, para nada están teniendo en cuenta a Dios, ¡para nada! Ellos actúan solo desde un punto de vista humanista, sin entender las razones de Dios, como si no hubiera Dios, como si Dios no hubiera dicho nada, como si Dios no hubiera establecido un derecho; la última palabra la tiene Dios. Entonces Dios va a permitir que todas las naciones de la Tierra, comenzando por los pueblos de alrededor, se vengan contra Jerusalén; pero ahí, dice, subirá mi furor para que todos me conozcan, dice el Señor. -Entonces estamos en una hora demasiado seria; y mire lo que sigue diciendo aquí la Escritura:
Verso 3: “Y en aquel día Yo, (Ay! Hermanos, es Dios). Yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; o sea, la gente quiere asumir la carga de lo que pase en Jerusalén; todo mundo se quiere meter con Israel; pueden estar pasando cosas peores allá en Sudán, en África, y nadie dice nada; cosas peores están haciendo otros pueblos en otros lugares, y nadie mete la nariz; pero con los Judíos, con Judá, y con Jerusalén, todo mundo se quiere meter; y Dios dice que El pondrá a Jerusalén como una piedra pesada; todos los que se la quieran cargar, quieran sacarla de su lugar, serán aplastados; miren lo que dice aquí: en aquel día Yo pondré a Jerusalén por piedra pesada, o sea difícil de mover, a todos los pueblos; todos los que se la cargaren..., los que se quieren cargar con Jerusalén, Dios dijo de quién es Jerusalén, es la ciudad del Gran Rey, es la ciudad del Hijo de David, la ciudad del Mesías, pero algunos se la quieren cargar; quieren decir que es la capital de los Palestinos, o que es una ciudad Internacional! ¿Cómo que Internacional? Es como si yo le dijera, bueno, hermano, tu dormitorio ya no es tuyo, ahora es Internacional; y me quiero cargar con las cosas del hermano; a todos los que se la cargaren, ¿qué les va a pasar, hermanos? ¿a cuántos? a Todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntaran contra ella. O sea que habría un espíritu de tal manera antisemita moviéndose en las naciones unidas, que va a querer meter la mano, las narices, las naciones unidas, todas las naciones de la tierra, meter la mano en este asunto de Jerusalén, y de Judá, y de Israel.
Pero ¿qué va a pasar? Esto es lo que va a pasar, y ya empezó a pasar. En aquel día, dice Yahvé; hermanos, no hay problema si usted lee Jehová, si usted lee Yahvé; yo prefiero leer Yahvé porque es una traducción más cercana al hebreo pero no hay problema con eso. Me perdonan si les parece que estoy leyendo diferente; estoy leyendo lo más cercano al hebreo. En aquel día dice Yahvé, heriré con pánico ¡ah! terrible; de ustedes no sé si saben lo que es el pánico; ellos no se están metiendo con cualquiera, el pánico es terrible, es peor que el estrés; la gente que se está metiendo contra Israel, ahora usted los puede ver muy tranquilos hablando en contra, saliendo y protestando y diciendo cosas; espere a que les llegue el pánico, espere que se enfermen de los nervios, y verán. Heriré..., quien habla en primera persona, Yahveh; ...con pánico a todo caballo, y con locura al jinete; Justamente en estos días oí que el presidente de Irán estaba bastante debilitado con estrés; oí esa noticia; ...mas sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera; o sea, no dan en el blanco, como les pasó cuando venían a tomar preso los sirios a Eliseo,y Eliseo parece que estaba solo, aparentemente, y nadie veía sino solo al pobrecito profeta Eliseo, qué es un hombrecito, como decir, Israel; no son sino el 0,02% de la población mundial; los árabes son la quinta parte de la población mundial; los musulmanes son mil doscientos millones; los judíos son solo catorce millones; si usted ve en un mapa todo lo que le corresponde a la tierra de los musulmanes, comparada con lo que le corresponde a Israel, el estado de Israel es menor que solo el departamento de Cundinamarca en Colombia, porque Cundinamarca tiene veinticuatro mil kilómetros cuadrados, e Israel tiene veintiún mil, como la república del Salvador, una república pequeñita comparada con casi todas las demás, con los millones que son los que tienen el petróleo y todas estas cosas; pero Dios justamente hace así, escoge al pequeñito rodeado del odio de todos los demás, para mostrar su poder, su poder; por eso Israel va a entrar, y ya entró, y está entrando cada vez más en aquello a que el mismo Señor le llamó: tiempo de angustia para Jacob; pero ese tiempo de angustia para Jacob, que se ve rodeado de todas las naciones de alrededor, y en contra, y las naciones unidas en contra, y vendrán los rusos, y vendrán los Persas, o sea, los Iraníes, y vendrán otros pueblos como los de Libia y tal, porque lo vamos a seguir leyendo, y será angustia, pero en esa angustia será como un parto.
Ahí es que Israel conocerá que su ayuda no está en la mano humana, sino en la mano Poderosa del Dios de Israel, el Dios Emanuel, Dios con nosotros, el Mesías de Israel. Y dice: mas sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera. No van a ver; como no entendieron cuando llegaron los Sirios a llevarse a Eliseo, y Eliseo mismo salió a preguntarles a quién estaban buscando; y él mismo los llevó a una emboscada; lo buscaban a él, y no entendían; los llevó a una emboscada; le dijo Eliseo a Giesi: no te preocupes, tú estas viendo ese montón de gente, y me ves a mí solo, pero más son los que están con nosotros que los que están con ellos; Señor, te ruego que le abras los ojos a éste; y Dios le abrió los ojos a Giesi, y vio a Eliseo rodeado de carros de fuego.
Hermanos, muchas de las personas que han participado en las guerras de Israel desde su refundación como Estado en 1948, han sido testigos de la participación de ángeles en las guerras, para defender a Israel; y hasta de los enemigos, algunos los han visto; yo no tengo todo el tiempo para contar muchas cosas, pero ésta la voy a contar. Un hombre llamado Al-Chadí, piloto de élite del ejército de Israel, que ha participado en varias de las guerras de Israel, participó en la guerra de los seis días, participó en la guerra del Yom-kipur; él mismo, dirigiendo un avión, vio que lo seguían otros dos aviones, y él no sabía de dónde eran, porque no eran enemigos, pero no tenían las insignias de Israel; entonces él se quitó el casco que usan los pilotos, y les preguntó si eran amigos o enemigos, de qué ejército eran; y dice que el piloto de uno de esos aviones se quitó el casco, y era un ángel, y le dijo: somos del Ejército del Altísimo; él lo vio, él mismo vio eso; y después, parecido a lo que el contó, también contaron muchos otros, que les había sucedido la misma cosa.
La gente no sabe, ellos están ignorando a Dios en estos asuntos, no tienen en cuenta a Dios, ni la palabra de Dios, ni las razones de Dios; pero Dios dice aquí en la Biblia sus razones: El dice: Por tres pecados de Gaza, y aún por el cuarto, no revocaré su castigo; prenderé fuego en el muro de Gaza, y consumirá sus palacios; y nosotros hemos visto eso con nuestros ojos en la televisión y en los periódicos. Dios dice, por estos tres, y aún por el cuarto; y explica las razones de Dios; la gente no quiere entender las razones; y una de las razones es porque ha guardado el rencor, porque ha guardado el rencor en su corazón todo ese tiempo; esa es una de las razones, porque hay odio visceral; a los niños les enseñan el odio a los judíos; le preguntaron a una nena de cuatro añitos: ¿tú que vas a hacer cuando seas grande? respondió: voy a matar judíos; a una niña le enseñan eso, desde niños; pero, ¿a cuál de todos los judíos? ¿qué te hizo esa señora que está allá comprando en el supermercado? No le hizo nada, pero la quiere matar; y Dios lo permite así, como permitió que se endureciera faraón, para mostrar en él su poder; Dios va a mostrar su poder cuando todos se levanten contra Israel; ojalá no seamos tan tontos de ser arrastrados por ese espíritu que se esta moviendo en los medios de comunicación; ojalá nuestros paradigmas provengan de la palabra de Dios y no de los medios de comunicación; y dice, hermanos: "y los capitanes de Judá dirán en su corazón:, o sea, ellos se darán cuenta, porque, hermanos, si ustedes vieran lo que han sido los ataques contra Israel; trajimos un video para ver; no sé si lo veamos esta noche o mañana, de las guerras; hermanos, es una cosa increíble cómo Dios los ha librado de todos los ataques; lo han iniciado sus enemigos, y en los días sagrados de Israel, y en las horas difíciles, para aniquilar, borrarlos del mapa, porque eso es lo que ellos quieren, no quieren que exista Israel, no quieren que vuelva a su tierra; y Dios los ha guardado; y miren lo que dice aquí, los capitanes, verso 5 Zacarías 12: los capitanes de Judá dirán en su corazón: Tienen fuerza los habitantes de Jerusalén en Yahvéh Sabaot, su Dios.
Yahvéh Sabaot, Jehová de los ejércitos, es uno de los nombres de Dios; El puede ser el Pastor, es el Sanador, es el Rey, pero en este contexto es Yahvéh Sabaot, Jehová de los Ejércitos; ese es otro nombre de Dios; y dice: Tienen fuerza los capitanes de Judá en su Dios. Ya se van a dar cuenta de que no es porque Estados Unidos los ayuda, o porque tienen estos aliados, no; ellos van a darse cuenta de que su fortaleza está en Dios; y dice aquí: En aquel día pondré, vamos a ver si no es esto lo que estamos viendo con nuestros ojos, pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor; Y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén.
¿No es eso lo que hemos visto desde 1948 para acá, después de la segunda guerra mundial, donde hubo esa terrible matanza de Judíos, donde ninguno los quería recibir a ellos, y ellos en un barco, casi sin comida y sin agua, y en ningún puerto los dejaban llegar? Los mismos países que se dicen neutrales los devolvieron a los hornos de Hitler, y se quedaron con el dinero de ellos; a Colombia no los dejaron llegar; hermano, Colombia y Yugoeslavia fueron dos países que votaron en contra de la resolución de las Naciones Unidas para que fuera restaurado Israel en el año de 1948; y en 1949 empezó el problema de la violencia en Colombia; y Yugoeslavia ya no es un país, son seis países: Eslovenia, Croacia, Bosnia-Hersegovina , Serbia, Montenegro y el último que acaba de salir: Kosovo; y fue despedazado porque se opusieron a Israel; Benditos los que te bendijeren y malditos los que te maldijeren. ¿Qué está haciendo Chávez ahora? Invocando la maldición sobre su propio pueblo, sobre él mismo; se puso en contra de Dios, ¿se dan cuenta, hermanos? Expulsaron a los misioneros cristianos de Venezuela, y trajeron misioneros chiitas iraníes, y convirtieron a Hizbolá a varios de la tribu de los wuayúes; y ahora wuayúes como los de la Guajira son Hizbolá Venezuela; las niñas con su velo para maldecir a los judíos; y los muchachos, que eran indígenas, que no tenían nada que ver con eso, ahora con sus ametralladoras, y muchos listos a suicidarse en favor del Islam, no allá en el Medio Oriente, sino en Venezuela. Y ahora el Presidente Correa contrata al presidente de Irán para que le ayude a defender la frontera con Colombia; están metiendo problemas de otros lados aquí; están ciegos; no saben con quién están jugando; no saben en qué bando se metieron, porque ignoran a Dios, ignoran la palabra de Dios, y las razones de Dios; no han oído las razones de Dios; pero aquí estamos para oír la palabra de Dios, para que la palabra de Dios forme, con la mente de Cristo, nuestros paradigmas, para interpretar las señales de los tiempos, y no según la manipulación de los medios de comunicación.
Hermanos, en aquel día pondré; entonces ¿Quién ha puesto a Israel como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas? ¿Quién lo puso? Dios dice: Yo lo pondré; y Yo digo en aquel día, y ese día es hoy, ahora. Desde 1948 para acá la ONU le dio 18% de ese territorio, que lo tenía Jordania y no Palestina; mientras lo tenía Jordania, no había ningún pueblo Palestino reclamando; nadie reclamaba ese terreno, nadie lo reclamaba; durante el tiempo de los Turcos nadie lo reclamó, ni de los Británicos, ni de nadie; pero no fue sino darle 82% a los Palestinos y 18% a Israel, un pedazo de desierto, para que se levantaran seis naciones de alrededor con los Egipcios, los Jordanos, los Sirios, los Libaneses, los Palestinos de ahí de la franja de Gaza, etc., contra Israel en 1948; ellos querían el 100 por ciento; no aceptaron el 82%, no lo aceptaron; y al pedacito que le tocó a Israel, que era solo compuesto por judíos colonos sobrevivientes del holocausto, se les vienen seis naciones para borrarlo del mapa; y se levantan a defender ese puñadito de colonos, y destruyen a los ejércitos de seis naciones, y defienden su puñadito de tierra; y ahí empezó la siguiente guerra, que no fue sino que hoy lo declaren nación, y mañana lo atacan.
Nadie protestó por el ataque contra Israel, ni protestaron contra los hornos de Hitler, pero protestaron porque Israel se defendió; y ahí mismo sesenta naciones de la tierra rompieron relaciones, no con los atacantes, sino con el que se defendió. Hermanos, y dice aquí que Jerusalén sería habitada otra vez en su lugar; eso fue lo que hizo la guerra de los seis días: recuperar otra vez Jerusalén bajo la mano de los judíos; pero ¿qué hicieron los mismos judíos? le dieron el monte oriental y la explanada de las mezquitas en Jerusalén oriental al rey de Jordania, porque ahí estaban la mezquita de Omar, y estaban los lugares sagrados musulmanes; ellos siempre respetaron los lugares religiosos de todos los pueblos; en cambio, donde los musulmanes tomaban, destruían las sinagogas de los judíos; pero Israel se tomó Jerusalén y la margen oriental, y se la dieron al rey Hussein de Jordania. Se la devolvieron después de haberla conquistado en guerra donde ellos fueron atacados; y luego el rey Hussein se la dio a Arafat de la OLP.
Pero Dios dijo: Jerusalén será habitada otra vez en su lugar; en 1967 fue recuperada, aunque ellos cometieron quizás ese error; pero ese error lo permitió Dios para dar un poco más de tiempo a los gentiles y a la Iglesia. En 1980 Jerusalén fue declarada otra vez capital eterna de Israel. Pero ninguna de las naciones que tiene relaciones con Israel, pone su embajada en Jerusalén, sino en Tel Aviv; las naciones unidas no quieren reconocer a Israel; el Vaticano se opuso a que Jerusalén fuera una ciudad judía, y dice que es solo internacional, el propio papa anterior: Juan Pablo II.
Dice la Escritura: Jerusalén será hollada por los gentiles, pero no para siempre; ...hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan. Entonces, hermanos, estamos en un momento en el que a la vuelta de la esquina se va a dar. Israel estuvo esparcido cuántos siglos; pero Dios dijo: ¿acaso nacería una nación en un día? Pues El la haría nacer en un día; en ese día firmaron, y hubo dos países que votaron en contra: Colombia y Yugoeslavia; y les vino el castigo. Gracias a Dios que varios colombianos fueron a Israel a pedir perdón por el voto negativo. Entre ellos estaba mi hermana; y lloraban los parlamentarios en Israel viendo que había alguien que reconocía la injusticia que se había cometido contra ellos; ¡pero cuántas cosas ha tenido que sufrir desde esa época hasta ahora Colombia! Porque a los que te bendijeren Yo bendeciré, y a los que te maldijeren Yo maldeciré. Cuando nosotros no nos ponemos en los zapatos del otro, y juzgamos prejuiciadamente, después Dios nos pone en sus zapatos para que aprendamos.
Y viene el verso siete, cómo las cosas se cumplieron tal y como vamos a leer acá: "Y librará Yahvéh las tiendas de Judá primero, para que la gloria de la casa de David y del habitante de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá". Fíjense: Dios dijo que primero libraría las tiendas de Judá antes que Jerusalén; y fue en 1948, y en esas colonias del desierto donde comenzó. Hermanos, ellos comenzaron a trabajar el desierto. Hoy iba gente de Colombia a estudiar en la universidad de Beerseba en el Neguev, a aprender a dominar el desierto, cómo producir, reverdecer el desierto. Ellos están haciendo florecer el desierto; yo estuve allá, yo lo vi con mis ojos, tengo fotografías de allá, en el desierto donde decían ellos ser terrible, el desierto de Parán; ahora ellos están plantando, y hay lugares verdes, verdes; hay bosques de dátiles, flores, y alimentos; hay flores que yo pongo en mis blogs de internet, que son del desierto, ¡hermosísimas! Gotita por gotita. A los beduinos les tienen de esos grifos de agua en el desierto. Y les han construido casas, y ellos meten a las cabras en las casas, mientras continúan viviendo en las tiendas.
Y luego las naciones unidas se enojan con Israel porque le ayuda a los beduinos, porque los está reintegrando a su sociedad; y las naciones unidas quieren que los beduinos sigan de parias para que haya motivos para seguir atacando a Israel; pero dice la Escritura aquí: Librará Yahvé las tiendas de Judá primero y eso ya se cumplió en 1948, así fue. Y dice: para que la gloria de la casa de David y del habitante de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. Es decir que para que no se engrandezca Jerusalén sobre el resto, empezó Dios por los barrios pobres, por los beduinos, por los desiertos, por la gente pobre de afuera; y después sí llegó a Jerusalén. Esto se ha cumplido tal como lo había previsto Dios por Zacarías desde cantidad de años, miles de años, para el tiempo del fin; y hoy nos tocó a nosotros verlo.
Pero miren lo que dice aquí: En aquel día Yahvé defenderá al morador de Jerusalén; ah, y entonces qué importa si Barack Obama se opone contra Israel; Yahvé defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; o sea, el que lideraba las batallas de Yahvé "el más débil será como David y dice: y la casa de David como Dios, como el Ángel de Yahvé; esta expresión, el Ángel de Yahvé, es el Verbo, una teofanía del Verbo Divino antes de la encarnación; como el Verbo era con Dios y es Dios; o sea, Dios mismo, Cristo mismo, el Mesías mismo defenderá a la casa de David, su propia casa, su propio trono y su propia ciudad. Si ellos barren con Israel, la palabra de Dios no se cumple; Dios quedaría como mentiroso; pero Dios no es mentiroso, hermanos.
Entonces dice aquí: La casa de David como Dios, como el ángel de Yahvé delante de ellos, y en aquel día, yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Hermano, qué necedad levantarse contra Dios, ignorar su palabra. Y a la vez ¿qué va a hacer Dios ahora con ellos? porque como este es el tiempo de angustia de ellos, donde Dios permite que todos se vuelvan contra ellos, y ese espíritu antisemita está en todo, en el periódico, en la televisión, en la radio, todo mundo protesta aquí, y luego se levanta contra ellos; entonces ellos van a tener angustia. Esa es la angustia del alumbramiento. Ahí ellos se van a dar cuenta de que tienen que volverse y reconocer al Mesías que traspasaron.
Y entonces dice aquí: y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, note, está hablando Yahvé Sabaot, a quien traspasaron, el Mesías, el propio Dios. Mirarán a mí a quien traspasaron, ellos lo crucificaron. Y dice: y llorarán como se llora por hijo unigénito; allí es lo que está representado en el día de la expiación, que era día de lloro; ahí reconocerán que habían rechazado al Mesías, que aquel Jesús que ellos aborrecieron era el verdadero Mesías, el único que está con ellos, y el pueblo de El que se juntará con ellos, dice la Escritura; y vamos a leerlo en su tiempo, en su momento. Llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
Y aquí aparecen dos nombres del Hijo de Dios: Unigénito y Primogénito, que aparecen en el Nuevo Testamento; pero noten que ya venían de la profecía. El Unigénito y el Primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén como el llanto de Hadad- rimón en el valle de Meguido. Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí y sus mujeres por sí; y los descendientes de la casa de Leví por sí y sus mujeres por sí; y los descendientes de Simei por sí y sus mujeres por sí; todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí. Por eso es que aquí, si ustedes quieren venir conmigo a Apocalipsis, vamos a marcar acá, porque tenemos que regresar, pero esa frase aparece también en Apocalipsis 1, donde dice el verso 7: He aquí que viene con las nubes, es el Señor Jesús, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron, y todos los linajes de la tierra harán lamentación por El. Sí, amén. Sí, amén. Sí y amén a todas las promesas de Dios. Aquí habla de que esto sucedería. O sea que ellos van a lamentarse por haber perdido tanto tiempo, por haber rechazado al Mesías, que es el que verdaderamente los va a librar.
Querido Padre, en el precioso nombre del Señor Jesús, te agradecemos que nos has dado esta oportunidad, porque Tu palabra dice: decid esto a las naciones. Tú quieres que esto sea dicho a las naciones; y por esto estamos acá Señor, para atender Tu palabra, entender estos tiempos, saber qué es lo que está pasando, poder interpretarlo desde Tu palabra, en el nombre del Señor Jesús, amén.
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Gino Iafrancesco V., 16/01/2009, Barbosa, Santander, Colombia. Transcripción de Bety Durán y Maria Mercedes Lozano, revisada por el autor.
EXAMINANDO LAS SEÑALES DE LOS TIEMPOS A LA LUZ DEL PARADIGMA DE CRISTO
La paz del Señor Jesús sea con los hermanos. Es una alegría ver los rostros de varios que hace unos días no nos vemos; con algunos más de varios días; y es la primera reunión unida que el Señor nos concede en este año, que pinta como muy profético. El Señor nos ayude este año a estar juntos y a estar en su presencia y a seguirle de cerca.
Hagamos una oración antes de que estudiemos y miremos algo de la palabra del Señor: Querido Padre, en el precioso nombre del Señor Jesús, te agradecemos porque es la única base por la cual podemos estar delante de Ti, porque Tú has sido inmensamente bondadoso, y por la obra del Señor Jesús no estamos muertos. El ha muerto por nosotros, y también, en otro sentido, también nosotros estamos muertos, pero a la vez vivos, resucitados para Ti y sentados por Ti en los lugares celestiales; es algo que has hecho con nosotros, no en base a nuestros méritos, sino en base a Tu amor y a Tu fidelidad; a Tu amor a Tu Hijo, y a Tu amor a nosotros, que nos diste a Tu Hijo, nos uniste a tu Hijo para recibirnos como a Tu propio Hijo, siendo El santo y nosotros pecadores. Señor, te damos gracias por Tu amor infinito y profundo, que es difícil para nosotros comprenderlo. Ayúdanos a verlo cada vez más con nuestro espíritu, y ayúdanos Señor a vivir en santo temor, y a tomar fuerzas de Ti para vencernos a nosotros mismos y a la serpiente; en el precioso nombre del Señor Jesús. Ahora te pedimos, Señor, que con Tu Santo Espíritu, Tú mismo puedas hablarnos, Tú mismo puedas dirigirnos a Tu propia palabra, y darnos la capacidad espiritual, la competencia que viene del cielo, para recibir Tu palabra con luz, con espíritu, y con vida, que no la producimos nosotros, sino Tu gracia. Que podamos ser iluminados, esclarecidos, fortalecidos, encaminados, que tengamos los ojos abiertos, y las lámparas encendidas, y las vasijas también llenas de aceite en estos días; ayúdanos, Señor; te lo pedimos a Ti, y este es nuestro deseo; sabemos que no hay nada en nosotros a lo cual acudir para esto, pero también creemos que a pesar de nuestra absoluta inutilidad, podemos acudir a Ti porque Tú nos has traído, Tú nos has llamado, nos has llamado de los muertos a la vida, y es Tu voz, Tu palabra la que hemos oído, y por eso ahora vivimos por medio de la fe que Tu palabra misma nos ha dado; en el nombre del Señor Jesús. Amén.
Con un grupo mas pequeño de hermanos, aquí en la localidad de Teusaquillo, estuvimos revisando algunas porciones de la palabra del Señor, relativas a la coyuntura actual, relativas a las señales de los tiempos que nos ha tocado vivir; y es bueno que seamos de parte de Dios unidos con la palabra del Señor, para que podamos interpretar esas señales de los tiempos desde los paradigmas de Dios; porque estamos constantemente siendo bombardeados por miles de voces y miles de paradigmas que quieren ganarse nuestras simpatías, o incluso sembrarnos antipatías. Entonces nosotros necesitamos aprender a conocer las cosas, no según el hombre natural, como la mayoría de las personas interpreta las circunstancias, y su propia vida, y los tiempos; necesitamos conocer según el Espíritu, como dice allí en la carta que Pablo escribió a los corintios, la segunda, la llamada segunda, que dice que de aquí en adelante, es decir, a partir de que hemos recibido al Señor, y las cosas viejas pasaron, y nacimos de nuevo, y somos nuevas criaturas, entonces dice que ya no conocemos así las cosas según la mente natural, según el hombre natural, sino según el Espíritu; debemos aprender a no confiar en nuestra propia prudencia, ni tampoco en la del mundo, sino en la del Señor. Debemos aprender a no confiar en nuestra propia prudencia, como dice el Señor: hijo mío, no te apoyes en tu propia prudencia, que es a lo cual el ser humano esta acostumbrado, sino fíate del Señor en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas. O sea que nuestra propia prudencia nos lleva por veredas torcidas; el Señor enderezará nuestras veredas si aprendemos a desconfiar de nosotros mismos. Pienso que muchas de las cosas que Dios permite que nos acontezcan, son precisamente para conducirnos a desconfiar de nosotros mismos, como le tuvo que pasar a Pedro, que estaba tan seguro de sí mismo, que el Señor tuvo que permitir una caída, para trasladar su confianza de él al Señor, que no confiara más en él mismo, en lo que él sentía, en lo que él pensaba, que eso es completamente indigno de confianza, lo que nosotros pensamos y sentimos. A veces somos tan idólatras con nosotros mismos, que estamos tan seguros, porque nosotros pensamos o sentimos que las cosas son de una manera, que después el Señor tiene que sorprendernos, y quedarnos asombrados de que también nosotros nos podíamos equivocar, que los falibles no eran solamente los demás, sino también yo, también yo soy falible; entonces por eso necesitamos ponerle atención a las razones de Dios, ponerle atención a la palabra del Señor, porque nosotros solo conocemos un poquito, a veces no conocemos bien las cosas, no conocemos cada punto desde su inicio y todo su desarrollo, y necesitamos que Dios nos ayude.
Necesitamos recibir de Dios, luz de la palabra de Dios; y por eso hay que llegar a la palabra del Señor queriendo aprender del Señor; que El nos enseñe; no venir solamente a buscar lo que nosotros quisiéramos, sino a dejar que el Señor nos hable; y seguramente a veces encontraremos cosas que no entendemos muy bien, y hay que detenerse, y hay que preguntárselas de todo corazón al Señor, y confiar que de alguna manera, y en su momento, el Señor nos responderá esas preguntas, y nos ayudará, y así iremos seguros de la mano del Señor; porque los seres humanos están engañados por miles de demonios, por causa de confiar en su propia prudencia, en sus propios sentimientos, por poner la esperanza en carne. Millones y millones de personas están engañadas en la tierra por no seguir al Señor, sino a sí mismos y a otros hombres, pero no al Señor Jesucristo. Entonces digo esto para que nuestros paradigmas provengan de la palabra del Señor. Un paradigma es una cosmovisión por medio de la cual interpretamos el mundo, interpretamos la historia, interpretamos nuestras circunstancias, el pasado, el presente y el futuro; a eso se llama un paradigma; y hay, al fin de cuentas, dos paradigmas principales:
Un paradigma que proviene de Dios mismo, que es la voz de Dios, la palabra revelada por Dios, que es la verdadera luz; y otro paradigma: las otras voces, que son multifacéticas, pero que en el fondo se identifican allá detrás de todos los velos; porque Satanás no tiene un solo velo, sino muchos, como en la masonería; hay que ir pasando de velo en velo hasta satanizarse; entonces, a través de esos muchos velos, y muchas voces, en el fondo se esconde un mismo diablo que quiere sustituir a Dios por sí mismo, y que le vendió a la humanidad el mismo cuento: seréis como dioses, sabiendo el bien y el mal; como quien dice, andando por ustedes mismos, sin necesidad de Dios.
Y Dios no forzó al hombre; ahí estaban los dos árboles, que representan esos dos paradigmas: el de la Vida, que representa la vida en comunión y dependencia de Dios, una vida realista, sabiendo que nosotros no somos Dios, y que Dios es fiel, y que podemos confiar en El, y vivir por El; pero como El no nos obliga, entonces ahí está el otro árbol, que representa esa vida que no confía en Dios, sino que se confía en sí misma, y que en el fondo participa de los mismos deseos del diablo, que son hacerse a sí mismo Dios, sacar a Dios; y ese es el problema: sacar a Dios de la vida, sacar a Dios de las cosas humanas, sacar a Dios incluso de la religión; sí, incluso en el ámbito de la religión Satanás quiere usurparle a Dios la adoración; cuánto más en los otros campos u otras áreas subsidiarias; en el área de la administración sacar a Dios, en el área del comercio sacar a Dios, en el área de la economía sacar a Dios, en el área de la política sacar a Dios, en el área de la ciencia sacar a Dios, en el área del arte sacar a Dios; pero cuando tú piensas que a Dios hay que tenerlo solamente en el ámbito privado de las creencias particulares, y que no tiene por qué afectar las demás áreas, ahí ya estamos enredados y bien apretados por la serpiente.
Ustedes recuerdan 1Co.15:28 donde dice una frase que se las voy a decir de memoria: "Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, o sometidas al Hijo de Dios, al Señor Jesús, bajo sus pies, entonces también el Hijo mismo se sujetará, y también sujetará todas las cosas al que le sujetó a él todas las cosas"; porque quien le está sujetando todo a El es el Padre; Hijo: siéntate a mi diestra, hasta que yo ponga bajo tus pies todos tus enemigos; y ese es el significado de la historia. ¿Qué es al fin de cuentas el asunto que está aconteciendo en la historia? ¿cuál es el quid de la cuestión? Pues este: el Padre le dijo al Hijo: Hijo, siéntate a mi diestra hasta que yo ponga todas las cosas, todas, inclusive el comercio, la política, la ciencia, la agricultura, la economía, el arte, la filosofía, la religión, lo espiritual, lo intelectual, lo biológico, lo material, ...todas las cosas por estrado de tus pies; Hijo, en Ti Yo tengo contentamiento, y a Ti voy a confiarte todo; no voy a crear sin Ti, sino contigo; no me voy a revelar sin Ti, sino a través de Ti; no voy a crear, no solo planear, sino crear nada sin Ti, sino contigo, y en Ti y para Ti. Y también voy a redimir por medio de Ti, y también voy a juzgar por medio de Ti, y voy a reinar por medio de Ti. Todo se lo confió el Padre al Hijo. Le agradó al Padre que en el Hijo habitase toda plenitud; porque el Padre conoce al Hijo; antes nadie conocía al Hijo sino solo el Padre; ahora el Padre y el Espíritu nos han venido dando a conocer al Hijo; y el Hijo nos ha venido dando a conocer al Padre; y hemos empezado a conocer a Dios por medio de la relación del Padre con el Hijo en el Espíritu, que es el Espíritu conjunto, el único Espíritu, pero que es del Padre y del Hijo; no necesitan ser dos espíritus; es un solo Espíritu que proviene de la relación de amor eterno entre el Padre y el Hijo; y es ese Espíritu el que determina el único paradigma verdadero, la verdad, que proviene del Padre y del Hijo por el Espíritu.
Entonces Dios está demostrando por qué es que le dio al Hijo el primer lugar y la preeminencia en todas las cosas; porque le dio también oportunidad a todas las demás creaturas; además a su Divino Hijo Eterno Él lo hizo también, en la encarnación, como una creatura, aunque su Hijo no es una creatura; Él estaba con el Padre, como parte de la Trinidad; sin embargo, la persona segunda de la Trinidad, el Verbo de Dios, su propia razón, su propia imagen, su propia palabra, su propia expresión y resplandor pleno, decidió el Padre con el Hijo y el Espíritu, que se hiciera como una creatura, se hiciera un hombre, y en serio, no de mentiritas, no como decían los gnósticos docetas: que la encarnación fue apenas solo una apariencia, no! Él vino en carne, y como un hombre verdadero, para ser probado de verdad como cualquiera de nosotros es probado.
Dios no necesitaba que el Hijo fuera probado, pero nosotros sí necesitábamos conocer al Hijo; y solo por medio de las pruebas del Hijo es que lo vamos conociendo; y va apareciendo el contraste entre el Hijo y el enemigo. ¿Por qué Dios le confió al Hijo, y no a Lucero, no a Lucifer, las cosas? Bueno, Dios le dio oportunidad a cada uno de hacer sus cosas; y cada uno salió con la suya; y por ahí Satanás también salió con la de él; y no es que lo puso Dios por allá en un rincón, oprimiéndolo por allá como el ultimo angelito, no; lo puso en medio de los querubines, un querubín protector cerca del Trono, que en medio de las piedras de fuego se paseaba, que dirigía la alabanza, los loores a Dios, lleno de sabiduría y de hermosura; pero él, no siendo, pretendió hacerse Dios; pero como ya había Dios, y además el Hijo era el modelo que Dios quería, entonces el diablo se rebeló contra Dios. Pero el Señor, el Hijo, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo. El enemigo usurpó, pero el Señor no usurpó, sino que se despojó; siendo igual a Dios, se sometió hasta lo último, hasta la copa más amarga, sin escandalizarse de su Padre; y confió todas las cosas que el Padre le había dado, de nuevo al Padre otra vez; así como Dios le pidió también después que eso hiciera Abraham.
Dios le dio a Abraham a Isaac; pero se lo pidió, para que Abraham participara de la naturaleza de su Hijo; y Abraham le dio a Isaac; y claro, Dios se lo devolvió; pero una cosa es tener a Isaac devuelto, y otra cosa es tener a Isaac sin que se nos sea pedido; Dios le pidió todo a Abraham, como le pidió todo a su Hijo. Dios ya sabía eso; Dios, desde la eternidad, conocía a su Hijo, y tenía contentamiento en su Hijo; pero Él empezó a explicarle a la creación por qué es su Hijo el Señor, por qué su Hijo es el rey de los reyes, y el Señor de los señores, y la cabeza de todas las cosas. No de balde fue probado en todo, como todos somos probados; y al final de la prueba entonces dijo Dios: bueno, ¿quién es digno de abrir el Libro? En ese Libro sellado con 7 sellos estaba el secreto, el proceso, de cómo el Señor conduciría todas las cosas bajo su gobierno, para expresar su reino; todas las etapas. ¿Quién es digno de abrir el Libro y desatar sus siete sellos? Y hubo un buen tiempo a ver, pero hasta el propio Satanás se quedó callado, ni tampoco nadie en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra, fue hallado digno de abrir el Libro y desatar sus sellos.
Es después de un silencio prudencial, y después del llanto incluso del apóstol Juan, que entonces el cielo responde al llanto de Juan, a través de aquel anciano de los veinticuatro, uno de los que ocupan aquellos veinticuatro tronos; porque allí en Colosenses se nos describe que hay un mundo invisible, y un mundo visible; y entre las creaturas del mundo invisible, las primeras que se mencionan son los tronos, y después los principados, y dominios, y potestades, y huestes; pero los primeros que son mencionadas del mundo invisible, las creaturas más antiguas, y que por eso son llamados ancianos, porque ellos conocen toda la historia del mundo invisible, porque fueron, como decir, los primeros en ser creados; después Dios creó otras cosas; y la gente del mundo invisible vio la creación del visible. Ahí en el Libro de Job se nos declara cómo los hijos de Dios, que se refiere al mundo angelical, veían cómo Dios trazaba las medidas de la tierra, y cómo colocaba justamente la tierra en el punto de beneficio de toda la ecuación macrocósmica, para que hubiera vida biológica, y para que estuviéramos nosotros. Fue una "explosión", dicen algunos científicos, de alta bienaventuranza; "explotó" tan bien, que aparecimos aquí en esa explosión. Eso no fue un bing-bang, fue un fiat, sea! sea esto! Las cosas "explotaron" fue para esto; no explotaron, Dios habló, y de la palabra de Dios salió el universo; pero Dios lo hacía todo para el Hijo, y después de las pruebas de su Hijo, y en la medida en que nosotros mismos vamos siendo probados, ahí poco a poco vamos conociendo al Hijo de Dios, y vamos conociendo las razones de Dios, por qué Dios ama a su Hijo, por qué Dios todo se lo da al Hijo, y el Hijo otra vez se lo devuelve todo al Padre, y por qué Dios quiere que su Hijo sea nuestra vida: porque nos ama tanto, y quiere tenernos como a su Hijo.
Entonces, el paradigma de Dios, la Simiente de la Mujer, la línea del Hijo Varón, que es Cristo, ese es el paradigma por medio del cual nosotros debemos interpretar el todo, todas las cosas, la historia, las circunstancias, el presente, el futuro, las tendencias, las prognosis, o sea, pronósticos; los hombres hacen pronósticos o prognosis, pronósticos; pero Dios profetiza; profetiza y las cosas acontecen tal como Dios las dijo.
Entonces, hermanos, debemos aprender a ser sabios; y el comienzo de la sabiduría es el temor de Dios; cuando usted se sienta, o se crea, más sabio que Dios, y que puede pensar y sentir distinto a la palabra revelada por Dios, tenga miedo de usted mismo, porque está cometiendo la mayor burrada, la mayor necedad. Dios renueve nuestro entendimiento, y ponga en nuestros pensamientos los paradigmas de Dios; que tengamos la mente de Cristo, el sentir de Cristo, y estemos en el Espíritu de Cristo; y por medio del equilibrio y la naturaleza del Espíritu de Cristo, podamos conducirnos, y juzgar, examinar, todas las cosas, las coyunturas y los tiempos, y sus señales, las señales de los tiempos.
Estamos en el 2009, y nos tocó empezar con guerra; ya en Colombia viene una guerra desde hace rato; pero todas las guerras son con un propósito. ¿Quién fue el que dijo al caballo rojo: erkou? acércate, venga y vaya? eso es lo que quiere decir erkou, acércate; es la palabra acércate, muy parecida a la palabra erkou, acércate; erkou ha sido traducida: ven, o anda; fue el Señor. Fue el Señor el que le dijo que se acerque, que venga y que vaya, y el que le dio la espada al caballero del caballo rojo; porque Él había enviado antes a otro jinete, el del caballo blanco, que es el que está destinado a vencer. El Señor ascendió como un cordero recién inmolado; como nadie era digno de abrir el Libro, no se encontró a ninguno; cuando se dice no se encontró ninguno, quiere decir que se buscó; imagínese, como si se hubiera hecho un repaso minucioso de la vida de cada una de las creaturas, y no se halló a ninguno digno de abrir el Libro; y cuando hasta uno de los propios apóstoles, el propio Juan, estaba llorando, aquel anciano de los 24 le dijo: No llores Juan, el León de la tribu de Judá ha vencido para abrir el Libro y desatar sus sellos; y cuando se volteó Juan a ver quién era ese León, era el Cordero, era su amigo, su primo Jesús; porque Jesús era su primo, porque Salomé, la madre de Juan, era hermana de María, como lo dicen los Evangelios; y se asombró Juan que su primo había vencido, ¡aleluya!, el León era el Cordero; y hasta aquellos ancianos nobles se quitaron sus coronas, se las ponían a los pies, y le fue dada honra, como lo había ya previsto el profeta Daniel. Daniel, en el capítulo siete, dice que el Hijo del Hombre llegó en una nube al Anciano de días; ahí no está hablando de la segunda venida de Cristo en las nubes a la tierra; sino que cuando El murió, El se presentó, estaba recién inmolado; al tercer día El resucitó, y al poco tiempo ascendió a la diestra del Padre.
No pasaron sino cuarenta días; Él estuvo aquí en la tierra enseñándoles, y ascendió, y una nube le cubrió; así Él va a venir en la nube, pero porque se fue en la nube, pues esa nube lo cubrió, y El continuó en la nube hacia Su Padre; y dice Daniel que él vio al Hijo del hombre viniendo en una nube, pero no viniendo del cielo a la tierra, sino viniendo en la nube al Anciano de días, o sea, al Padre, a la diestra del Padre, y le fue dado dominio, le fue dada toda potestad en los cielos y en la tierra, todas las cosas para que Él las reúna, Él las encabece, Él las ponga en orden, porque Él es el único que está en orden con Dios, Él es el único que puede poner en orden todo lo que hay en los cielos, porque en los cielos fue que comenzó el desorden, no en la tierra. Lucero estaba en el cielo; allá comenzó el desorden; y el Hijo vino a reconciliar, o sea, a poner en orden todas las cosas en los cielos y en la tierra. Los que se reconcilian vuelven, y entran; y los que se rebelan se van al lago de fuego; es la hora del juicio; ahora, antes es la hora de la aprobación, la prueba; incluso el Hijo fue probado, y por eso Él hablaba de sus pruebas, y le decía a sus discípulos: vosotros, que habéis estado conmigo en mis pruebas. Él fue probado, y Él fue aprobado; y por eso Él resucitó.
Dios dio testimonio dos veces, tanto de su vida privada, como cuando terminó su ministerio; de su vida oculta, antes del ministerio público, cuando recién se acercaba a bautizarse, no porque Él tuviera que ser perdonado, pero Él tenía que asumir el castigo del pecado por nosotros; entonces tenía que bautizarse; aunque Él también dijo: ¿quién de vosotros me redarguye de pecado? Nadie lo podía redargüir de pecado; sin embargo dijo a Juan el Bautista que lo bautizara; Juan sabía quién era Él; y dijo: soy yo, Juan, el que necesito ser bautizado por Ti, y ¿Tú vienes a mí? Jesús respondió a Juan: conviene que cumplamos toda justicia. Si Él no asumía nuestro lugar, si Él no moría por nuestros pecados, no seríamos salvos; y por eso, aquello fue lo que Él anticipó cuando vino a bautizarse. Se bautizó; y sin embargo, en el bautismo, como para que nadie entendiera mal, el Padre dijo: Éste es mi Hijo amado en el cual tengo contentamiento, a El oíd.
Después su vida pública también fue probada; cuando ya era la hora de ir a Jerusalén a morir, allá en el monte de la transfiguración volvió ahora Dios a dar testimonio acerca de su Hijo; porque Dios es un Dios que da testimonio de las personas. Dice Jesús del que venciere, que confesará su nombre delante de su Padre y delante de los ángeles. Dios da testimonio de las personas; y por eso nosotros no debemos confiar en nuestra propia prudencia y juicio, que siempre solamente mira las apariencias, y sus elementos de juicio son muy incompletos, y muy distorsionados por muchas clases de prejuicios que tenemos, y de ignorancias; y por eso no podemos confiar en nuestra propia prudencia, sino confiar en el Señor, para aprender a juzgar, no según las apariencias, y según la carne, sino según el Espíritu. Y así como al Hijo solo se le puede conocer por el Espíritu, a las demás personas, y a las circunstancias, y las señales de los tiempos, solo se pueden conocer según el Espíritu; y la voz del Espíritu es la palabra de Dios; esa espada es la voz del Espíritu; y la palabra de Dios es la que Dios ha hablado; los hombres, por providencia de Dios, la han conservado, y nos han llegado las Sagradas Escrituras. Las Escrituras no pueden ser quebrantadas, ni una jota ni una tilde dejará de cumplirse.
Todo lo debemos examinar desde las Escrituras, y debemos aprender a despojarnos de nuestra soberbia, de nuestra pretensión, de nuestra ceguera, y comenzar a ser sabios por medio de la reverencia a la palabra de Dios. Hay gente que se cree tan grande, tan sabia, que piensa que puede decir algo distinto a Dios; y hay millones de locos en toda la tierra hablando necedades. ¡Guárdenos el Señor! Nosotros también hablamos necedades por mucho tiempo, pero el Señor nos ha ido corrigiendo, ha ido cerrando nuestra boca, ha venido apretando nuestras tuercas sueltas, porque teníamos las tuercas flojas; nos está ajustando para pensar conforme a la mente de Cristo, y sentir conforme al sentir de Cristo. Es necio llamarse cristiano y pensar distinto a Cristo. Si somos cristianos, tenemos que pensar como pensaba Cristo, hablar como hablaba Cristo, andar como andaba Cristo; en eso se conocerá si somos cristianos. Dice la Escritura: El que dice que le conoce, debe andar como Él anduvo ¡Ay! ¡ay! Dios tenga misericordia y perdone nuestras muchas necedades, y nos conceda tiempo de arrepentirnos, o sea de cambiar de rumbo, porque arrepentimiento tiene que ver con paradigma.
La palabra arrepentimiento significa en el griego metanoia, que quiere decir cambio de nous, o sea de entendimiento, o sea de cosmovisión, de manera de ver las cosas; eso es el arrepentimiento; tiene que ver mucho con los paradigmas por los cuales juzgamos las cosas, a los demás, y a nosotros mismos, y a los acontecimientos. Entonces hay que arrepentirse; arrepentirse significa no confiar más en nuestra manera de ver y hacer las cosas; sino decirle: Dios, yo confío en ti, en nadie más puedo confiar, ni en mí mismo; enséñame Tú, enséñame Tú, dame sabiduría, hazme más sabio que mis enemigos, déjame entenderte; y Dios decía por Jeremías: El hombre no se gloríe en ninguna otra cosa, ni en esto, ni en aquello, ni en aquello; en una sola cosa yo le voy a permitir gloriarse al hombre: En entenderme y conocerme. Gloriarse, no en nosotros, sino que nos tocó la gracia; por gracia nos dio el perdón, y sobreabundó la gracia también dándonos a conocer el misterio de su voluntad; lo que también es por gracia. La gracia de Dios nos va quitando todas esas nubes de oscuridad que teníamos en la mente; porque ese montón de demonios parece que llena la mente como de algodones de oscuridad; la gente es tan loca que blasfema contra Dios, dice que no hay Dios; pero sí hay Dios, pero no lo quieren; por eso lo blasfeman; porque si no hubiera Dios, ¿para qué va a protestar contra Dios, y para qué le va a echar la culpa a Dios, y para qué va a decir: ¡Ah! Pero ¿por qué Dios permite? Ah, esa pregunta la hacen, pero no quieren oír la respuesta; como Pilato, que le preguntó a Jesús: y ¿qué es la verdad? pero no se quedó para escuchar; salió inmediatamente; y tuvo que confesar, antes que Jesús le contestara; él ya se daba cuenta: no encuentro ningún mal en este hombre.
Como decía Jesús: "sin causa me aborrecieron"; y "esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz". Él vino a ser luz; pero también Él dijo: sin causa me aborrecieron. ¡Ah! hay cantidad de volúmenes de personas que dizque pretenden tener causa; hasta Shakira estaba por ahí con una canción diciendo: Dios, pero ¿por qué Tú hiciste a los perros pelearse con los gatos? echándole la culpa a Dios. Cuando la tierra fue maldecida, lo fue por culpa del hombre; y todos los males del hombre se los achacamos a Dios; mas Dios cómo aguanta, cómo aguanta, y cómo sigue amando a gente que no lo ama; y él Señor dice: De tal manera amó, no sólo a los creyentes, amó al mundo, que dio a Su Hijo, se lo dio al mundo entero, para que todo aquel que crea en Él no se pierda; si no creen en el Hijo se pierden en sus propias luces que son oscuridad.
Entonces, hermanos, todo lo que está pasando, debemos analizarlo, porque para eso tenemos la capacidad de análisis, con la mente que Dios nos dio para usarla; sólo que las emociones, la mente, la voluntad, nuestro ser todo, fue creado para funcionar en unión con Cristo. Así que El Espíritu de Cristo tiene que ungir nuestro espíritu y llenarlo, y saturar nuestros sentimientos, y nuestros pensamientos; porque nuestros pensamientos en unión con el Espíritu de Cristo van a ser muy diferentes de nuestros pensamientos solos. Nuestros pensamientos solos, sin ser refrigerados, de refrigerio, no de refrigeración, permeados, regados por la presencia de Cristo, son peligrosos. Nuestros pensamientos y nuestros sentimientos son los primeros asesinos; después vienen los asesinatos; pero ellos comienzan en el corazón, porque la Biblia pone los pensamientos no solo en la mente sino en el corazón; la Biblia habla de los pensamientos y las intenciones del corazón. Entonces hay caminos que al hombre le parecen derechos pero su fin es camino de muerte.
Hermanos, todo esto es sólo un preámbulo para leer las noticias de hoy; ya desde ayer Israel entró en Gaza con tanques, y el mundo entero se está levantando contra Israel; y ellos quieren juzgar la cuestión Palestina sólo a partir de ciertos años para acá, y sólo desde un ángulo, pero no han oído las razones de Dios. ¿Saben qué dice Dios en su palabra? Por tres pecados de Gaza, y aún por el cuarto, no revocaré su castigo; prenderé fuego en el muro de Gaza. Ahora, Dios no solamente dice: prenderé fuego en el muro de Gaza, no. Él dice:Por tres pecados de Gaza prenderé fuego en el muro de Gaza, y aún por el cuarto no revocaré su castigo. Si usted no le pone atención a las razones de Dios, y solamente escucha las filosofías de ciertos medios de comunicación, entonces usted no va a entender a Dios; si usted solo cuenta la historia a partir de cierto punto, por ejemplo, yo tengo aquí diez millones de pesos, pero yo se los robé a Hernando, pero yo no cuento que se los robé a Hernando, yo solamente cuento que yo tenía diez millones de pesos, y que los dejé aquí, y vino Hernando a llevárselos...; pero si yo no cuento que eran de Hernando antes de que yo se los robara, entonces yo voy presentar una historia muy diferente, muy diferente.
Entonces tenemos que leer lo que dice Dios acerca de las cosas, porque todo lo que acontece en Israel es el reloj de Dios; porque en cuanto a tiempos, Dios relacionó los tiempos con Israel, lo que pase con Israel, y la relación que la iglesia ha de tener con Israel por medio del Mesías, que Israel recibirá en medio de la angustia, porque las naciones de la tierra vendrán contra Israel; por medio de esa angustia, así es como va a nacer, va a dar luz, esa mujer, en cuanto a Israel tiene que ver. En la Biblia la mujer representa al pueblo de Dios, tanto al del Antiguo, como al del Nuevo Testamento; tanto en el Antiguo como en el Nuevo, Dios le llama su mujer a su pueblo. Dios dice que Él fue como un marido para con Israel; y también la Iglesia es llamada la esposa de Cristo; o sea, aquella que decidió casarse con El, decirle sí a la invitación de Dios; ¿quieres ser mi novia? Mmm, será, no será; pero en la medida que fue conociendo al Señor, entonces dijo: quiero. Amén. Israel recibió al Señor hasta cierto punto; a veces no le entendió bien, también fue corregido, pero no fue desechado. Duramente ha sido corregido Israel, más duro que cualquier otro pueblo! No hay pueblo contra el cual se hayan ensañado tanto en la historia como contra el pueblo de Israel; pero Dios dijo que eso no sería para siempre; que así como había levantado su mano para herir, la levantaría para curar; que así como los había esparcido a los cuatro vientos, los reuniría de nuevo en su tierra sin que nadie los espantara, pero después del parto. Israel está en parto en este momento.
Si juzgamos las cosas como si no hubiera Dios, como si la palabra de Dios no fuera digna de ser tenida en cuenta, con razones meramente humanistas, pero humanistas caídas, porque el hombre está caído si no cuenta con Dios y las razones de Dios, entonces erraremos; entonces, hermanos, nosotros tenemos que aprender a examinar las cosas desde el punto de vista de Dios. ¿Qué dice Dios? ¿Acaso ha sido Dios parcial con Israel? Dios es recto; incluso a su propio Hijo probó, y a nosotros nos prueba. Nunca ha ocultado el mal de sus siervos, lo publica claramente: David hizo esto, Pedro hizo esto, fulano hizo aquello; Dios no es connivente con el pecado de nadie; sin embargo, dice de la Iglesia, y dice de Israel: Un pueblo al cual antes conocí; porque Dios sí conoce; a los que antes conoció, basado en su presciencia, en su conocimiento anticipado, eligió; porque la elección de Dios, dice la palabra de Dios, descansa en la presciencia: elegidos según la presciencia enseña el Espíritu Santo por el apóstol Pedro. Dios eligió, y no eligió al más grande pueblo, sino al contrario, al más pequeño, al más insignificante de los pueblos. Le dijo a Israel: Israel, no pienses que por ser tú mejor…; al contrario, por ser el más pequeño, el más insignificante, porque Dios escogió lo vil, lo que no es, para deshacer lo que es, para que la gloria sea de Dios, y no del vaso.
Por eso el tesoro Dios lo pone en vaso de barro, para que la Gloria sea de Dios; pero si Dios escogió porque conocía, ¡Ah! hay que temer a Dios, hay que temer a Dios; porque no solo de la Iglesia se dice que nos predestinó; de Israel se dice lo mismo; su pueblo, al que de antemano, de antes, conoció. Por alguna razón Dios escogió a Israel; y dice: ¿Acaso no era Esaú hermano de Jacob? y usted, pueblo de Jacob, me está diciendo: pero Dios, Tú dices que nos amaste, pero ¿en qué nos amaste? Mira lo que nos ha sucedido, mira lo que pasa, mira todo lo que ha sido nuestra historia; ¿en qué nos amaste? Y Dios dice en qué los amó: ¿y acaso no era Esaú hermano de Jacob? y escogí a Jacob y a Esaú aborrecí. La palabra aborrecer es no escoger de la misma manera, tomar una decisión. Dios sabía de antemano que Esaú no valoraría para nada la primogenitura, y Dios le dio la oportunidad de nacer primero; pero él amó más un plato de lentejas; por eso no me gustan las lentejas. Dios sabía que Esaú menospreciaría la primogenitura, o sea la bendición de Dios. Para él, esas eran cosas etéreas, en cambio las lentejas son cosas reales, saben rico, llenan la panza y todo. ¿Bendición? ¿Qué es eso tan etéreo? Así la gente dice: -no, eso de la ontología, la metafísica, eso ya no; desde la edad de la Ilustración ya terminamos con la metafísica-; ahora se quedaron con las lentejas.
En cambio dice de Jacob: A mis ojos fuiste honorable y Yo te amé. Aunque él era tramposo en su manera de actuar, en su íntimo él quería la bendición de Dios, e hizo lo que quería para quedarse con la bendición de Dios. Dios conocía ese secretito que no lo conocían los demás; además, solo sabían los problemas de Jacob; y de hecho, el nombre de Jacob es suplantador, engañador. Se disfrazaba y era astuto, y hacía negocios, como los judíos; pero en su corazón Dios veía algo que no veían los otros. Los pueblos de alrededor querían maldecir a Israel, y contrataron a un adivino para que viniera a hacer conjuros de maldición; y cuando iba a maldecir, Dios le cambiaba la maldición en bendición; y decía Dios: no he visto iniquidad en Jacob. Todo mundo veía, pero Dios no. Pero ¿quién ve mejor? Nosotros juzgamos según las apariencias, Dios no; además, estaban debajo de la expiación, ellos confiaban en la expiación; por eso la Iglesia es la continuación de Israel; y por eso, cuando Israel reciba al Mesías una vez que los de la Iglesia que vienen de los gentiles se hayan consolidado, cuando haya entrado la plenitud de los gentiles, entonces Dios volverá con Israel; pero antes del parto es que son los mayores dolores. Ellos tuvieron dolores, fueron perseguidos, holocausto por acá, y ahora están algunos queriendo negar el holocausto; claro, porque no son ellos ni sus parientes los que han pasado por el horno.
Pero Dios dijo: Así como velé, Dios lo confiesa claramente: Yo velé para castigarlos, Yo velé para que les venga espada, Yo velé para que les venga sufrimiento, Yo velé para que sean dispersos por toda la tierra, pues así como hice esa parte, voy a hacer la otra, y ahora estamos en el tiempo de la otra, del retorno de Israel. Llegó la hora, dice; ahora, como los esparcí, así los traeré de nuevo; y los trajo de nuevo, y en el orden que estaba profetizado, porque ahí en Zacarías 12 dice que comenzaría por los bordes de afuera, por las tierras de Judá, para que los de Jerusalén no se engrandecieran; y primeramente, a partir de 1948, aquellos colonos que habían tenido que entrar subrepticiamente durante el protectorado Británico, que sucedió al de los turcos, colonos proclamaron la nación de Israel.
En un día, como estaba profetizado, nació de nuevo Israel; y nadie quería nada con ellos. La tierra estaba desolada, las ciudades derruidas, no había plantas sino desierto, era peor que el tercer mundo. Pero Israel regresó, y comenzaron a trabajar, y tan pronto fue proclamado nación, ¡se le vinieron miles, de los países de alrededor, en contra para barrerlos! Se les había dado un pedacito de franja del 18%, y a Palestina se le dio el 82%. Cuando Israel nació en 1948, nació con 18%, y el 82 se le dio a los árabes; pero estos no querían el 82, querían el cien por ciento, para que todo siguiera en la misma desolación y ruina que venía desde siempre que estuvo en las manos de ellos, mientras Israel estuvo castigado en la dispersión, en la diáspora. Pero Dios dijo que los traería de nuevo, y los trajo de nuevo, y comenzaron a trabajar los colonos el desierto; hasta de aquí van a aprender agricultura; agricultura en un país que está en el desierto, porque ellos desalinan las aguas, a cada plantita le ponen su gotita; y tienen para los beduinos, no solo para ellos, para los beduinos tienen agua en el desierto; y tú recorres y encuentras grifos de aguas en pleno desierto para los beduinos que no son Israelitas. Les hacen casas a los beduinos, y barrios, y estos siguen durmiendo en las tiendas, y las casas las llenan de cabras; continúan en aquello viejo.
Pero ahora las ciudades de Israel son del primer mundo, vuelven otra vez a crecer, volvió el idioma, volvió la nación como Dios lo había dicho. Esto lo había hablado Dios; dijo: Yo Yahvé digo esto, así dice Yahvé Adonai. Sería muy bueno que las personas conocieran lo que Dios ha dicho, para que interpreten las cosas desde el punto de vista de Dios; porque ahora las cosas se cuentan desde otros puntos de vista.
Vamos a leer un poco Zacarías 12. Profecía... Ah! Dios hablando del futuro; ya no es solamente una prognosis de tendencias, un análisis estadístico de probabilidades, ¡no! Profecía de las que se han cumplido al pie de la letra todas las veces. …de la palabra de Yahvé acerca de Israel. Yahvé que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él; o sea, lo que ninguno otro ha dicho sino solo Él, El es el que habla, ha dicho: He aquí Yo… ¿Quien? El que extiende los cielos y funda la tierra y forma el espíritu del hombre. …Yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá; o sea, los pueblos de alrededor, todos los pueblos de alrededor contra Judá, contra los Judíos; pero Dios dice: Yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén. Ah, esa palabra es terrible, porque ya una vez, y otra vez, y otra vez, estos sitios se dieron. Jerusalén ha sufrido muchos sitios por sus pecados: en los tiempos de Nabuconodosor, y antes en el de Senaquerib, después con Antioco Epifanes, y con Pompeyo, y después con Tito, y después en el tiempo de Bar-Kobcha con Adriano, y después con los musulmanes, con los cruzados, y con los turcos, los sultanes, luego con la propia Gran Bretaña que oprimió a Israel, pero que al fin lo dejó a las naciones unidas, que casi siempre han votado en contra de Israel, y que en cuyas instalaciones se guardaban los fusiles para atacar a Israel. Las instalaciones de la ONU! No son los Estados Unidos.
¿Qué le pasó a Israel cuando confió en Roma? Lo que pasó con los Macabeos; Dios los libertó nada menos que de Antioco Epifanes, que era un prototipo del anticristo, pero tan pronto se confiaron en Roma, hicieron alianza con Roma, perdieron la libertad que habían recuperado con los Macabeos y quedaron otra vez bajo el yugo de los romanos. Los romanos sí vinieron a defenderlos de los antíocos, de los sirios, pero luego se quedaron con todo y establecieron la provincia romana de Siria, de la cual Israel ni siquiera era un país, era un pedacito de la provincia de Siria; cuando ellos habían vencido al prototipo del anticristo, Antíoco Epifanes, que se había declarado dios a sí mismo. Theo-Epifanes quiere decir el dios manifiesto, se decía él, decía ser Júpiter olímpico encarnado; prototipo del anticristo. Y una partida de "guerrilleritos" sionistas, los Macabeos, lo vencieron cuando confiaron en Dios. Pero tan pronto se aliaron con los romanos, los romanos se los comieron. Y quedaron bajo el yugo de los romanos; y así fue; y de ahí siguió la dispersión por toda la tierra, entonces por lo pronto hasta Adriano. Por eso cuando mi esposa le puso Adriana a mi hija, claro mi esposa no sabía esta historia; ahí yo le puse Salomé; y gracias que ahora le decimos más Salomé que Adriana, porque ¿sabe qué hizo el "bondadoso" emperador Adriano? Arrasó con Jerusalén, y la sembró de sal, y sacó a todos los judíos de Jerusalén. Eso era cuando Dios estaba castigando a Israel por haber rechazado al Mesías; pero ahora lo va a redimir, y Dios ya sabe, porque El conoce de antemano todas las cosas. Ya muchos se están convirtiendo, muchos judíos se están convirtiendo al Mesías, y los judíos mesiánicos se están multiplicando en Israel. Entonces dice Dios: …Yo pongo a Jerusalén... Ay ay ay, ¿quién puso a Jerusalén? Y la puso ¿para qué?, la puso ¿por qué? Yo pongo a Jerusalén por copa que hará temblar a todos los pueblos de alrededor contra Judá, en el sitio contra Jerusalén.
Porque al final, todas las naciones de la tierra se volverán contra Israel; y ese es el momento, cuando todos vengan contra Israel, Dios simplemente cambia los polos magnéticos del planeta con un terremotito mundial, y remueve y derriba todas las ciudades, y los montes y las islas se mudan de lugar; y eso es lo que va a pasar. Y en aquel día Yo, que extiendo los cielos y fundo la tierra y formo el espíritu del hombre, Yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos. Israel, como decía el hermano David Hunt, una nación tan pequeñita comparada con otras, no es nada, pero casi el 35% de las deliberaciones de la ONU son acerca de Israel, como si fuera un continente poblado como Asia. Ahí dice la Palabra: piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren, oigan eso, serán despedazados. Dios sabía que les iban a mandar cohetes Kasam, y todo eso; pero también sabía que los que los mandaren serían despedazados. Pobre Irán, está destinado a los chulos. Vea Ezequiel 38 y 39, donde habla del destino eterno. Dice aquí: todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra, o sea las Naciones Unidas, se juntarán contra ella.
Y eso es ¿debido a qué? A falsos paradigmas, a falsas interpretaciones, por no involucrar a Dios en el análisis de la situación; por no oír las razones de Dios, van a oír a otro espíritu; los mismos que expulsan misioneros cristianos, como Chávez, y que traen misioneros chiítas a musulmanizar wayúes, están contra Israel. Ahí se nota que esos dos espíritus están aliados. Justo ¿en qué días decidió Hamas romper la tregua que tenía con Israel? Justo antes de Navidad, porque ellos asocian Navidad con los cristianos, como para aguarles la Navidad. ¿Por qué no respetaron por lo menos esos días? Ellos no acostumbran respetar; desde el principio entraban en caballos en la tumba vacía, o por lo menos lo que creían que era la tumba, porque la verdadera estaba escondida; y tuvieron que ponerle unas puertas bajitas para que la gente entrara agachada y no pudieran entrar con los caballos, por el irrespeto total a Dios y el odio a los cristianos. ¿Saben qué casas escogen ellos para lanzar sus cohetes? Las casas de los cristianos. En la pasada guerra de Hizbolá ponían las plataformas en los barrios cristianos poblados, y en las casas de los cristianos, para que cuando Israel revirara contra los ataques, y destruyera las plataformas, destruyera las casas de los cristianos, para que los cristianos se levantaran contra Israel. Y ellos se esconden en medio de la población civil, y no la cuidan, para echarle la culpa a Israel.
Pero Israel les dejó a ellos gratuitamente la franja de Gaza; unilateralmente les entregó todo; y ellos lo que hicieron fue mandarle, mandarle y mandarle misiles a Israel desde la tierra que recibieron sin contraprestación. Pero dice Dios: todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella. Entonces, ¿qué le va a pasar a las naciones? Simplemente entrar en la gran tribulación, por haber tratado así a su pueblo, a la Iglesia y a Israel. Por eso entrarán en gran tribulación, porque Dios dice en 2a. Tesalonicenses 1: Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que os atribulan.
Entonces dice: En aquel día, dice Yahvé, heriré con pánico a todo caballo, ¿por qué? No solamente con bombas, con pánico, aterrorizados porque están metiéndose con Dios, no solamente con Israel. Eso es lo que la gente no entiende, ellos no ven el lugar de Dios en el asunto, ellos no se dan cuenta que no se están levantando solo contra Israel, sino contra el propio Dios! Entonces dice:... Y con locura al jinete, mas sobre la casa de Judá abriré mis ojos ; por eso es que los cohetes caen en el desierto, y asustan a algunos, pero matan muy pocos....abriré mis ojos, y a todo caballo de los pueblos heriré con ceguera. Unos están ciegos, y Dios está con los ojos abiertos. Dios abre los ojos para defender al morador de Jerusalén, y ciega, como cegó a los sirios cuando venían contra Eliseo, y Eliseo le dijo a Giezi, tranquilo Giezi, más son los que están con nosotros, pero no se veían, pero eran más, que los que están con ellos. Pero Dios le abrió los ojos al siervo, y él vio al profeta Eliseo rodeado de carros de fuego, y de gente de a caballo, pero caballos de fuego.
Entonces dice: Y los capitanes de Judá dirán en su corazón, ellos se darán cuenta, no es que somos fuertes, no, no. Ellos dirán: Tienen fuerzas los habitantes de Jerusalén en Yahvé Sabaoth, su Dios. Jehová de los ejércitos. Podría decir en este caso, Yahvé el pastor, Yahvé Shalom, Yahvé Jiré, pero aquí dijo: Yahvé Sabaoth, porque El está en medio de la guerra. Es Yahvé Sabaoth, Jehová de los ejércitos. En aquel día pondré- dice Dios- a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas, y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén. ¿No es esto lo que está pasando desde que nació Israel? Son los otros siempre los que han atacado; y mientras los otros atacan, nadie protesta, nadie sale a la calle, nadie levanta un pañuelo; mas después de mucho aguantar y aguantar a Sadam Hussein, que quería involucrar a Israel, y Estados Unidos le dijo: tranquilo, deje esto con nosotros; Israel ha aguantado, ha soportado todas las humillaciones, y nadie protesta, nadie dice nada, nadie se mete en los otros conflictos, nadie sale a las calles para protestar por los niños que se mueren de hambre en Ruanda, por lo que pasa en Sudán, por lo que pasa en otra parte; pero Israel se defiende, y dicen: no, pero está defendiéndose muy fuerte; entonces dígame ¿cómo quiere que se defienda? ¿con pañitos de agua tibia? ¡Cómo no se va a defender, si en la frontera le están disparando cohetes? Tiene que ir y hacerse sentir, que en toda esa frontera no puedan ya más lanzarle cohetes; pero ¿cómo? Los que están protestando digan a ver cómo se va a defender. Eso les toca es a ellos, y Dios dijo cómo era: como brasero de fuego entre leña; los pueblos de alrededor son Leña, Israel es el brasero; los pueblos de alrededor son gavillas, como decir, paja seca, Israel es la antorcha.
Siempre fueron otros los que empezaron; siempre en todas las guerras no fueron ellos los que comenzaron; siempre los atacaron; a veces, cuando estaban en el día santo, en el Yom kipur, el día más sagrado de ellos, que estaban de licencia todos los soldados, ahí los atacaron, y casi los aniquilan, porque vinieron Egipto, Libia, Jordania, y otros, todos para barrer contra ellos; pero los que atacaron quedaron barridos, porque Dios dijo: ...abriré mis ojos; y aunque se demoraron tres días en reaccionar en el Yom kipur, barrieron a todos los que los atacaron. Nunca nadie protestaba cuando los atacaban, cuando los masacraba Hitler; no los querían recibir ni siquiera los suizos, ni los suizos recibían a los famélicos judíos; los devolvían a los hornos, pero la plata sí se quedaba en sus bancos. Colombia no recibió un barco de judíos. Tan pronto Colombia votó contra Israel, en el año siguiente comenzó la violencia en Colombia, para que Colombia entienda. Hoy Colombia debe ser aliado; ahora, si será una de las naciones que se vuelven contra Israel, que no sean todos los colombianos, no seamos nosotros. No hay que quedarse callado, hay que hablar, y esto lo vamos a publicar por Internet, aunque le llamé de cierta manera a Irán, porque el Señor dice: decid esto a las naciones; hay que decirlo.
Entonces dice aquí: Y los capitanes de Judá dirán en sus corazón: Tienen fuerza los habitantes de Jerusalén en Yahvé Sabaoth, su Dios. En aquel día pondré a los capitanes de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha ardiendo entre gavillas; y consumirán a diestra y a siniestra, a todos los pueblos de alrededor; y Jerusalén será otra vez habitada en su lugar, en Jerusalén. Y miren la profecía cómo se ha cumplido: Y librará Yahvé las tiendas de Judá primero, o sea en el año 1948, pero todavía no había recuperado a Jerusalén,para que la gloria de la casa de David y del habitante de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá. Por eso Dios empieza con los pobres, con los bordes, porque si empezara con las élites, las élites pensarían que eso era solo para ellas, porque eso es lo que piensan ellos, que los demás no son sino carne de cañón, peones de brega, conejillos de indias, y que el mundo es de las élites, terrible! El Señor siempre empezó por los bordes, por los pobres, por los menospreciados, por los débiles, y así comenzó por los colonos que ya no podían vivir en ninguna otra parte. Por ahí empezaría Dios.
Y dice: En aquel día Yahvé, Yahvé, ojalá Israel crea esto, esta es la hora en que tenemos que orar por la fe de Israel, que Israel crea, que sean oraciones definidas, insistentes y creyentes, Yahvé defenderá; no dice que los Estados Unidos, no es Barak Obama, es Yahvé. Yahvé defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, sí, habrá débiles, pero el más débil será como David. En aquel tiempo, será como David, el más débil será como David, que fue el que peleó las batallas de Yahvé; y la casa de David, como Dios. Esta sí es una frase serísima. Dios está plenamente identificado con la casa de David, porque ¿quién es el heredero de la casa de David? ¿Quién es la raíz, el linaje de David? ¿no es el Hijo de Dios? ¿No es el Señor Jesús? Entonces aquí no se están metiendo solo con Israel; esta es la propiedad, la niña de los ojos, del Señor. Así le dijo Dios a Moisés: Moisés, Aarón va a ser tu profeta, y Aarón va a ser ante faraón como el profeta, pero tú vas a ser como Dios; es decir, lo que tú digas es lo que Yo digo. Dios se identificó de tal manera con Moisés, que dijo que Moisés sería como Dios; decía: vengan piojos, y venían piojos; venga esto, y venía; eso no lo hace ningún hombre; los otros magos después imitaron hasta un puntito esas serpientes que parecían varas que ellos hipnotizan y quedan como varas; las soltaban, pero la de Moisés se las comió. Entonces dice: la casa de David como el Ángel de Yahvé, delante de ellos. Y ¿quién es? ¿por qué dice que será la casa de David como Dios, como el Ángel de Yahvé? ¿Quién es el Ángel de Yahvé? Es el Señor Jesús, no es un Ángel creado, es el Ángel que apareció en la zarza y dijo: Yo soy el Dios de tu padre Abraham, Isaac y Jacob; hay que estudiar este Ángel de Yahvé en la Biblia; ya lo hemos estudiado, y está por ahí, porque no se puede hablar todo al tiempo. Se refiere al Señor mismo, la teofanía de Dios, que es el Verbo de Dios. Y en aquel día Yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén. Oiga, no solo los palestinos; ¡cuántas naciones en manos de gobernantes ciegos van a llevar a la destrucción sus países por meter las narices donde no les corresponde, sin saber de qué se trata!
No podemos quedarnos callados los cristianos; tenemos que asesorar al gobierno. Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén..., eso era lo que faltaba; ya la parte de las guerras ya la estamos viendo, y ya de la conversión de los judíos a Cristo, ya se está conduciendo en parte, y esto continuará más. ...derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; porque es que si no tienen guerra con los vecinos, si no se le levantan todas las naciones, como que no van a orar; y Dios sabe porqué tiene que permitir que todos se enojen con ellos, para que oren, para que reciban el Espíritu de gracia; y entonces ¿qué va a pasar cuando pasen de lo natural a lo espiritual? ...y mirarán a mí, viene hablando Yahvé; ¿Quién era el que crucificaron, el que traspasaron? Era el propio Yahvé! ...y mirarán a Mí a quien traspasaron, y llorarán arrepintiéndose; por eso es que después del día de las trompetas viene el Yom kipur, donde todos tienen que llorar y lamentarse, porque en el plano de Dios, que está profetizado, ese ciclo de las fiestas, esa fiesta del Yom kipur, incluye la conversión de Israel.
Al final, antes de la fiesta de las cabañas, que es en el Milenio, entonces por eso dice acá: ...y llorarán como se llora por hijo unigénito. Note que esa expresión no se la inventó San Juan, no, esa la dijo Dios con sus propias palabras. El hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito. En aquel día habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadad-rimón en el valle de Meguido. Y la tierra lamentará, cada linaje aparte; los descendientes de la casa de David por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Natán por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; los descendientes de Simei por sí, y sus mujeres por sí; todos los otros linajes, cada uno por sí, y sus mujeres por sí. En aquel tiempo, o sea cuando ellos lloren y se arrepientan, así como cuando Jesús tipificado en José estaba por darse a conocer a sus hermanos, solo faltaba Benjamín, y por eso escribí Sefer Gitaim, y cuando ya Benjamín recibió su porción, que era el último hermanito que faltaba por ser reconocido, y José retuvo preso a Simeón hasta que llegara Benjamín, cuando llegó Benjamín, ya está llegando, Pablo mismo era de Benjamín, entonces ahí llegó la hora. En aquel tiempo habrá un manantial abierto para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén, para la purificación del pecado y de la inmundicia.
Ese manantial es el reconocimiento del Mesías, porque manantiales de los otros ha habido todo el tiempo, abluciones ha habido todo el tiempo, pero no quitan el pecado ni la inmundicia; la que los quita es la sangre del Mesías. Ahí comprenderá Israel porqué tenía que haber muerto el Mesías, por qué tenía heridas en sus manos. Y en aquel día, dice Yahvé Sabaoth, quitaré de la tierra los nombres de las imágenes, cuánta brujería hay todavía allá en Israel, hechicería, masonería y catolicismo, y tanta cosa, y también haré cortar de la tierra los profetas y al espíritu de inmundicia; es la falsa profecía. Dice: Y acontecerá que cuando alguno profetizare aún, le dirána dirán su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Yahvé; y su padre y su madre que lo engendraron le traspasarán cuando profetizare. Cosa seria, y lo está diciendo Dios. Y sucederá en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más vestirán el manto velloso para mentir. Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra. Antes ser profeta era mejor que ser labrador; aquí estar en un kibut labrando el desierto y haciéndolo florecer será más honroso que estar con profecías falsas. ...pues he estado en el campo desde mi juventud. Y le preguntarán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
Hermanos, ya se va a enfriar la comida, y este capítulo que sigue aquí es demasiado largo para tratarlo hoy provechosamente; entonces vamos a dejarlo para otra vez. Dios nos ayude; hemos leído solo un pedacito, hay mucho más que leer. Oremos. Vamos a orar por Israel, vamos a orar por Jerusalén, que el Señor derrame como prometió espíritu de oración y gracia.
Querido Padre, en el nombre de Jesús, estamos viendo lo que está aconteciendo, por lo menos en una ínfima parte. Te pedimos en esta hora misericordia para con los inocentes, para los que no saben, atrapados en este torbellino sin saberlo. Sabemos que Tú nunca harás nada malo ni errado; y además, que esta vida no es la única que hay. Concede descanso a los sufrientes. Oramos en esta hora por la nación de Israel; sabemos que Tú estás ceñido como Yavhé Sabaoth, con Tus ojos abiertos, y como muro, porque serás muro a Israel. Te rogamos, Señor, que los guardes, que des sabiduría a sus líderes, a sus capitanes; y también, Señor, que tú Espíritu Santo traiga convicción a muchos para que no entren en pánico ni locura; que escojan, Señor, la sabiduría y no la necedad. Ten misericordia de Israel y de los pueblos de alrededor. Señor, Tú sabes qué es lo que tienes que hacer; no hay nadie más sabio que Tú, no hay nadie que sepa qué debe hacer; pero rogamos, Señor, que en tu ira te acuerdes de tu misericordia. Rogamos que salves a muchos; y sobre todo oramos por la conversión de Israel, oramos que derrames lo prometido, y que sigas derramando espíritu de gracia y de oración sobre Israel y los guardadores de Jerusalén. Señor, y que ellos tengan ojos para ver, y sepan quién eres Tú, que comprendan esta profecía, no solo la parte de la leña y del brasero, sino la parte del que traspasaron, el manantial purificador. Te rogamos de manera especial, en el nombre de Jesucristo, por esta hora. Ayúdanos, Señor, a entender; abre nuestros ojos, y danos Tu palabra, en el nombre del Señor Jesús; y ayúdanos a estar donde nosotros debemos estar. Señor, ayúdanos, Tu guianza sea con nosotros, que cada paso que demos Tú vayas delante de nosotros como Yahvé Nissi nuestra vanguardia, y sé también nuestra retaguardia, porque Tú decías que en la guerra de Dios nosotros debíamos dar la espalda al enemigo y mirarte a Ti, porque quien guarda nuestras espaldas eres Tú. En vano vela la guardia si Tú no guardas la ciudad, en vano trabajan los edificadores si Tú mismo no edificas la casa. Te rogamos que edifiques, Padre, en el nombre del Señor Jesús. Ayúdanos, ayúdanos, y bendice nuestro testimonio, como Tú dices que digamos esto a las naciones; ayúdanos a decirlo y llevar Tu palabra a donde tenga que llegar, y no temamos, porque bajo Tus alas no hay que temer. Ayúdanos a permanecer por la fe escondidos con Cristo en Dios, no confiando en armas humanas, porque nuestras armas no son carnales, pero sí son poderosas en Dios; un grano de mostaza de fe es un arma más poderosa. Señor, guárdanos y ayúdanos a estar de Tu parte en esta hora, en el nombre del Señor Jesús. Limpia nuestros pecados por la sangre del Cordero, amén.
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Gino Iafrancesco V., 4/01/2009, Bogotá D:C:, Cundinamarca, Colombia. Transcrito por Bety Durán y María Mercedes Lozano, revisado por el autor.
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